Hablando con Machado de las cosas sencillas
-Hay que ver Antonio, setenta euros unos zapatos normales. Para andar, para ir al trabajo y caminar...
-El silencio es maligno, camarada.
-Ya lo sé, don Antonio. Por eso vengo a verte desde los cerros de Cabra.
Querida lectora, dije ayer, o anteayer, por compensación con el "querido lector" que tanto espacio ocupa en la historia de la literatura sin saber el autor si su lector es masculino, femenino o neutro; es decir paciente, comprensivo o especial.
Vale
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