Este que sigue es un soneto ambivalente, amigo Prudencio.
Nació en mí y, apenas vista la luz de su
existencia, fuiste tú el primero en tenerlo entre las manos, en escucharlo
─como siempre, apasionado─, en aceptarlo y sentirlo como tuyo. Salvo en el
terceto final, del que me permití la licencia de hacerle una segunda versión,
que para ti era más personalizada.
Sea como
fuere, con profunda admiración a tu pluma te lo dedico. Un abrazo.
Valerio
¿He de pedir perdón en cada día
y arrancarme esta losa de mi pecho,
he de llorar el daño que haya hecho
como sucio ladrón de una empatía?
He perdido la estima que tenía
y el respeto ganado por derecho,
cambiado torpemente por despecho
a causa de mi loca fantasía.
Si pudiera borrar de mi existencia
las horas que en silencio ya he sufrido
aún no habría cumplido penitencia.
1) Y si vuelvo a ganar
cuanto he perdido,
feliz daría premio a mi conciencia
que ama tu amistad y
odia tu olvido.
2) Y es que debo ganar
lo que he perdido,
ver de nuevo la luz de
la inocencia,
y dar lustre y honor a
mi apellido.
Febrero de 2014
3 comentarios:
Realmente lo podrías haber escrito tú Pruden.
Enhorabuena por la presentación de tu novela, te vimos muy sereno y enérgico. No dejes de escribir, necesitamos más de ti. Un saludo amigo
Gracias por los alientos. Intento no dejar de escribir, porque siempre hay de qué, sobre todo ahora que nos quitan los derechos adquiridos.
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