Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

domingo, 21 de septiembre de 2008

Calendario sinestésico



EL CALENDARIO ANUAL, SEGÚN LAS SENSACIONES TÉRMICAS QUE SE APRECIAN EN TALBANIA




Septiembre es un azul de aroma y mosto.
A pámpanos violeta huele octubre.
Noviembre sabe a leche de alta ubre.
Con barro y aceituna en rico costo
diciembre me acaricia, y es un cuarzo.
Enero es un puñal de frío enero.
Un rosa casi mustio y vil, febrero.
Un verde con rumor de arroyo es marzo.
Abril es otro azul, templado, altivo.
Mayo es un agrio mar de flor de olivo
y un amarillo amargo es junio ardiente.
Julio es un rojo astuto en su arregosto.
Un ocre en remolinos muestra agosto
por esta soledad de campo y gente.


A Grice y Leech. Entre nosotros, y en Madrid, tranquilamente hablando



5 comentarios:

Grice y Leech. dijo...

Impresionante, querido Pruden, sencillamente impresionante. En esta intervención guardo silencio para celebrar este festival de poesía.

Anónimo dijo...

Nunca pude apreciar un calendario igual. En él se pierde un poco el miedo al ogro del tiempo. Se viaja en colores y aromas de la tierra. La poesía nos salva.Nos salvan los-as poetas.
Gracias Salces.

Anónimo dijo...

GENIAL

salú

Ana Estepa dijo...

Ya sabes que los sonetos son mi debilidad.

Este es un buen soneto, Pruden. Porque no debemos olvidar que un soneto es ante todo un poema. Y un poema ha de llegar al lector, ha de ser lo más ingenioso que se pueda y además en el caso de un soneto ha de cumplir con una métrica y una rima determinada; que cuanto más complicada sea más eleva la calidad del soneto y...sobre todo, estas rimas no ha de resultar forzadas. El soneto ha de sonar con naturalidad y fluidez.

Todo esto tiene este soneto.
Es una delicia.

(¿Es nuevo, o es una de esas reliquias que de vez en cuando desempolvas para deleite del personal?)

Prudencio Salces dijo...

Pues sí, Ana, este soneto es ya más viejo que La Mezquita de Córdoba. Antes de recibir tu comentario quería agradecerles a los tres comentaristas anteriores (Grice y Leech, Lola y Rafa) la apreciación escueta pero favorables que me envían. Yo quería decirles, y ahora lo hago también para ti, que he recibido vuestros comentarios como una caricia, sí, algo así como una reverencia de aprobación, balsámica para mis sempiternas dudas. Porque esa brevedad que al mismo tiempo es mayestática como sincera es de lo más hondo que agradece uno por lo que escribe. Pero igualmente quería desenmascarme con esa pregunta tuya: este soneto es antiquísimo y lo he puesto adrede para aliviar a los lectores del blog sobre las últimas entradas que vienen siendo en torno a esto que ha venido a llamarse memoria histórica.

Así que con mis gracias para los cuatro (o cinco, porque no sé si Grice y Leech son uno o el mismo) me gustaría poder publicar solamente cosas de este nivel para arriba. Pero eso es más difícil.

Salud