Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

martes, 28 de febrero de 2023

LAS PRIMILLAS

 En la alta palmera washigtonia de mi huerto (le calculo una altura de más de diez metros) ha anidado una pareja de primillas. Estas son una especie de cernícalo, el más pequeño de los halcones, que se alimenta de otros pájaros más pequeños, como los gorriones. Donde quiera que habiten las primillas es un terreno temible para los pajarillos de poca capacidad voladora y estatura.. Desde mediados del siglo pasado abundaban en torres, cortijos, casonas y palacios situados en terrenos dedicados a la agricultura y la ganadería extensiva. Al parecer fue decayendo su población (no sé exactamente por qué, tal vez debido, como otras especias, al uso intensivo de pesticidas) hasta que en las últimas fechas la situación de la especie se está recuperando tras verse favorecida por iniciativas y planes de conservación.

Sin embargo, en mi huerto los gorriones y jilgueros no han huido del todo, pues las cosechas de brevas y de caquis se ven afectadas, comidas o a medio comer, por estos pajarillos que se deleitan con estos frutos apenas comienzan a madurar. Si las primillas son así de cazadoras, tal vez el año próximo puedan salvarse mis frutos más preciados del verano y el otoño. Ya veremos cuan depredadora son las primillas.

sábado, 5 de noviembre de 2022

El amante, de Margarite Duras

 

El amante. Margarite Duras. 1984. Ese precioso libro que ayer volví a leer y cuando terminé la última página volví a comenzar por la primera. Me embriagó de poesía, de sentimientos puros e inconsolables. ¡Quién pudiera escribir así! Es una edición de 1992 que, recuerdo bien, compré ese año en Algeciras. Estábamos los cuatro veraneando en una residencia de la Junta de Andalucía ubicada junto a las hermosas playas de La Línea, junto al Peñón de Gibraltar. Un día de aquellos fuimos de visita a Algeciras y en un parque estaba un hombre con un puesto de libros. Los tenía viejos y recientes, como El amante. Y lo compré sin miramiento alguno porque no había leído nada de esta señora. En aquellas fechas en que aún era medianamente joven, todo se hacía bajo un impulso de credibilidad. Me pareció entonces algo extraordinario pero, hace tres días cuando lo vi escudriñando en mi estantería, no recordaba nada de él. Mi memoria me tiene sometido a estas indecencias. Pero qué gozada. La traducción es de Ana María Moix y la considero buenísima, escrupulosamente admirable. Por su lenguaje vivo y contundente, por la poesía que fluye y, sobre todo (esto sí es mérito de la autora), por los diversos temas que aborda, el amoroso y el familiar y el paisajístico. Todo verdadera sensualidad. Un amor de libro en el que el desgarro y la sensibilidad forman un todo de paralelismos geniales. Con razón mereció en su día el Premio Goncourt. ¿Habrá muerto Margarite Duras? Tendré que mirar en internet. (…) Sí, murió el 3 de marzo de 1996, en París.

 

jueves, 4 de agosto de 2022

ESCOLÁSTICA Y SINESTESIA DEL SONETO - 1

 EN MEMORIA DE CÉSAR VALLEJO



Si algo tan improbable fuese posible

(que se halle una gallina inteligente)

mi calzado sería un bien sensible

y haría caso omiso de la gente.

 

Pese a todo, afirma Marx, máximamente

la condición propicia es perceptible,

sólo falta un lector que sea legible,

y un calzado más cálido y valiente.

 

El primer manuscrito es el que reza,

concluyo con sombría ironía.

Se me subió la leche a la cabeza,

 

se me ha subido el alma hasta el altar.

¿Qué viene ahora, qué ocurre al otro día?

Terrible, como puedes esperar.

 


miércoles, 13 de julio de 2022

DE DONDE NO HAY NADA

 

                                     

De donde no hay nada

nada se recibe,

ni ahondando el aljibe

del agua estancada.

 

Si en la madrugada

quien no duerme escribe,

tan sólo percibe

su nocturna espada.

 

Así este desierto

que atravieso abierto,

pues que me dejó,

 

dejando en mi casa

una sombra rasa

de olvido y de no.

 

De cuando la poesía era un asunto por el que luchar.

viernes, 13 de agosto de 2021

CUMPLEAÑOS

 


 

Setenta primaveras y un verano

se han pasado en un año y un minuto

de ensueño, peregrino, diminuto

como el amor sin alma crece en vano.

 

Setenta tropezones, más que humano

el afán de batirse cual tributo

en un río mayor, mas en lo bruto

de un cuerpo sedentario y de secano.

 

Setenta inviernos largos y una espera

tremenda en una lucha si perdida

apenas comenzado en el querer.

 

Setenta otoños cándidos de fiera

y un negro atardecer de impura vida

que esperan de la vida el fenecer.

lunes, 1 de marzo de 2021

De cuando la poesía era un asunto 2

 

SONETO

 

Por un polvo a las doce de la noche

do confirmas ¡oh Dios! tu amor pacato,

por la casa cuida y presto el planto,

por tener ropa limpia y limpio el coche,

 

renunciaste de Troya en un derroche

de flaqueza y de miedo: vil contrato

que no cumple su efecto. Paga el pato

si oxidado el amor ya tiene el broche.

 

Si oxidado el amor te está pudriendo

las ternezas calladas del abismo

y el perfume aventura de las rosas,

 

folla en punto a las doce sucumbiendo

y amamántate a gusto en egoísmo

mientras llueve en los olmos y otras cosas.

 

Del libro Patrimonio. 1988

 

miércoles, 27 de enero de 2021

De cuando la poesía era un asunto

 

 

La poesía no se puede leer

cansado, no, ni se puede escribir

cansado, sí, no es un deber vivir

cansado del viaje ni de ser.

 

La poesía no se puede querer

cansado, no, ni se puede sentir

cansado, sí, no es un deber el ir

cansado a las pasiones ni al placer.

 

Es difícil seguir cansado. Osado

seguir la estela azul de la poesía

desde el anochecer hasta el final.

 

Es difícil seguir, y no es igual

leer poesía, osado, si cansado

llegas por escribir al fin del día.


sábado, 22 de agosto de 2020

AHORCADOS

 

Ayer se ahorcó un vecino. Victorio, el apellido no lo sé. Victorio el de Ropi, así lo conocíamos en el pueblo. Noventa y tres años, viudo y solo. En Montalbán casi todos los suicidas varones optan por el ahorcamiento, mientas que las mujeres escogen otro método más espeluznante: se toman un bote de lejía. A Victorio, las últimas veces que lo he visto aquí mismo en la calle, porque éramos vecinos, me saludaba con aprecio, tal vez porque era su carácter o por la simpatía sobre la camaradería política. Siempre me pareció un buen hombre, pero los hijos los tenía en Francia, donde había sido emigrante durante muchos años. No sé si alguien lo cuidaba o se apañaba solo, pues se le veía saludable para su edad. Ya no podremos saludaros más con ese buen ánimo que mostraba.

Yo oí desde niño los muchos casos de ahorcados que sucedían en el pueblo, solo que no me sé los nombres ni lo apodos de algunos. El que primero recuerdo, siendo yo todavía un chavalillo, fue el del Campano. Al parecer un amor contrariado lo llevó a tomar esa decisión atroz. Años después de su muerte escribí un relato basado en su locura y su decisión delirante de colgarse de un olivo. Ya estando casado, se ahorcó Porcelana, que era también vecino nuestro. Porcelana tenía, como Victorio, la vida más o menos cumplida y los hijos casados. Muchos años después se ahorcó, también de un olivo, Luis el de la Pura, y fue un suceso mencionado largamente que se menciona hasta nuestros días. Al parecer, iba Luis camino del cementerio y alguien con el que se cruzó le preguntó que a dónde iba: A ahorcarme, fue su rotunda respuesta. Lo cual parece un chiste de Groucho Marx, pero fue su adiós definitivo, macabro.

En mi barrio, además de Porcelana y Luis el de la Pura, también se ahorcó en el almacén próspero de materiales de construcción de sus hijos, el Prieto. No recuerdo, o no lo sé, su nombre propio, pero todos lo conocíamos por el apellido. Igualmente, y no hace muchos años, un jornalero llamado José el Chano, padre de seis hijas y un hijo. escogió la higuera de su corral para el acto final de su vida. Asimismo, y por aquellas fechas de principios de siglo, el llamado Niño de las Tortas, porque a eso se dedicó durante muchos años, también escogió la higuera de su corral para decir adiós a la vida. Era un pobre hombre con deficiencia intelectual, por lo que me preció extremadamente extraño su decisión de quitarse la vida. 

Creo recordar que fue en 2016 cuando se ahorcó un joven al que apreciaba bien. Era un hombre simpático y de sonrisa dispuesta siempre para el saludo. Esta muerte me causó más pesar que muchas otras. Había sido seminarista pero abandonó los hábitos cuando ya estaba próximo para confirmarse. Se casó con una chica del pueblo y a los pocos años se divorciaron. Nos llevábamos bien y a veces hablamos de pasar una temporada en el seminario donde él iba algunas temporadas para reflexionar en recogimiento, según me dijo. Su padre es un agricultor solvente y él llegó el día fatídico de trabajar, entró el tractor a la cochera y allí se colgó de un cordel. Digo que su muerte me causó pesar porque era un creyente practicante, lo que contradice los preceptos de la Iglesia. Pues aunque uno no sea creyente, la decisión última de este joven me trastocó el entendimiento entre la fe y el suicidio.

El verano de 2017 se suicidaron dos primos hermanos. El uno padecía enfermedad mental por lo que pasaba temporadas recluido en manicomios. Este no optó por ahorcarse, sino que se tiró desde la azotea de su casa a la calle donde quedó sin vida. El otro, que regentaba un puesto de periódicos, era un tipo genial, alegre y dicharachero, sin esto no es una concomitancia. Solo tenía un defecto físico en una mano y en una pierna pero se valía de mañas para trabajar con una sola mano y ayudarse con el dorso de la otra. Nadie pensaría que un hombre que parecía feliz se quitase la vida en su propia casa colgándose de la argolla que sujeta la lámpara.

viernes, 10 de julio de 2020

¡Ño! Todos somos raros

Memorial del confinamiento


Rubén Latino Salces Valle


Ñ

-¡Ño, qué difícil! Una especie de jornada de reflexión previa al sábado santo.

-Ñu azul a la plancha y ñu heavy con flauta.

Al igual que pasa con las personas raras o las enfermedades raras, también hay letras raras, como la EÑE, pero no por ello habría que quererlas menos. Personas raras son normalmente las que se salen de los estereotipos y los cánones marcados por una sociedad idealizada y a veces un poco nazi.
Como por ejemplo, el colectivo LGTBI, que todavía en el siglo XXI ya avanzado, sigue teniendo problemas para decir con libertad su tendencia sexual. No tanto en el mundo del espectáculo, donde se incluye la música, con ejemplos como Elton John, George Michael, Prince, Ricky Martin, Chavela Vargas o Miley Cirus, con algunos casos en los que se crea ambigüedad sexual y en otros no dudan en decir que son gays, lesbianas, bisexuales pansexuales. Cantar por la libertad sexual es una cosa, como hicieron Mecano en aquel Mujer contra mujer o los Village People con el Macho man y otra cosa es vivirlo, como Freddy en I want to break free.

En el deporte de grupo por contra, donde se comparte vestuario, es un poco más difícil abrirse de esa manera, cuando se debería presuponer que hay confianza de equipo… Y también hay dificultades para expresar los sentimientos de forma libre en los pueblos pequeños, en la política y hasta en la charcutería.

Personas raras también son las demasiado gordas, las demasiado flacas, las demasiado altas, las demasiado bajas, las mujeres con pelos en zonas indecentes y los hombres con muchos dientes o cualquiera que tenga malformaciones y que hasta hace bien poco se ganaría la vida, de una forma no se sabe bien si honrosa o no, en el circo.

Personas raras son además, las que se pasan de listas, las que se hacen los tontos o las que son gilipollas sin más, y durante la pandemia, redes sociales mediante, están creciendo.

Y también se consideran raras  a esas personas que van por delante, o en paralelo, o en “otro mundo”, las del espectro autista, que tantas dificultades tienen para socializar.

Según FEDER (la Federación Española De Enfermedades Raras), por enfermedades raras o poco frecuentes se entiende que son “aquellas que tienen una baja prevalencia en la población. Para ser considerada como rara, cada enfermedad específica sólo puede afectar a un número limitado de personas. Concretamente, cuando afecta a menos de 5 de cada 10.000 habitantes. Sin embargo, las patologías poco frecuentes afectan a un gran número de personas, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “existen cerca de 7.000 enfermedades raras que afectan al 7% de la población mundial”. Pero además de estas, cualquier persona que no esté en plenas condiciones físicas y psíquicas se siente desplazado con frecuencia, como un chico en silla de ruedas que no puede acceder a la playa o a la zapatería; como una señora ciega que no puede leer porque en la biblioteca de su barrio no tienen acceso al Braile; como un sordomudo que no puede hacer su pedido en el cien montaditos.

Ñoñerías y cosas serias aparte, la eñe es el tema del día, o el apéndice, para darle más visibilidad. Y resulta difícil buscar una banda sonora que no sea la de Ñu, ese grupo coetáneo a los últimos días de Franco por el Pardo, en el que un guitarrista llamado Rosendo jugueteaba con las seis cuerdas, y un cantante y flautista, José Carlos Molina, emulaban canciones de Jetrho Tull e introducían el folk rock en España y posteriormente servían de inspiración a muchos músicos del metal y del folk con su canciones alegres y medievales.

Recetas con ñu no hemos preparado durante el confinamiento, aunque en algunos países seguro que lo preparan asado o a la plancha, aunque me temo que tiene que estar durilla es carne, porque los ñu corren mogollón, que se lo digan a Mufasa, el malvado tío de El Rey León. En realidad, ni con ñu azul ni con ñu blanco ni con ninguna eñe hemos encontrado qué cocinar, pero mis rizos de por encima de las orejas me hacen parecer en ocasiones un ñucito. Ahora con el confinamiento estos antílopes lo deben estar pasando regular, porque suelen moverse en manadas grandes, y para ellos la distancia de seguridad seguro que es complicada…

Con la exclusión de LL y CH como letras del abecedario ya que argumenta la RAE que “en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema,” me hacen un favor, porque es difícil encontrar una receta con la LL, a no ser que tomemos como válido las Mandarinas de Llull y grupos musicalmente con cierto reconocimiento, porque en la búsqueda solo encontré algunos como “Llamando a Londres”, “Llave de fuego” , “Llevarte a Marte” o “Llorando en el desierto”, que no se en realidad si son nombres de películas de sobremesa.

El caso de Ch da mucho más juego, tanto por las variedades de Chocolates que se pueden ingerir, como la versatilidad de los Champiñones como guarnición de cualquier comida o incluso como plato principal, con ajito y perejil. Encontrar buena música con este dígrafo también es bastante asequible, desde Cher o Chayanne para bailar, hasta los Chemical Brother, para bailar de otra forma, Chucho Valdés para escuchar o Chambao para intentar cambiar la mentalidad aunque sea Poquito a poco.


jueves, 2 de julio de 2020

Último rollo, de Rafa Aguilar



Cuando dijo ¡basta!, comenzó a escribir. Pero ya había fotografiado todas las formas de la vida y la vida se le hizo inextricable. Él, tal vez, no se daba cuenta, pero dejaba impresas ventanas y humaredas, todo lo que una cámara de hacer fotos pueda captar, hasta el alma de las cosas y el ser de las personas.
         Ya había retratado personas y personajes, paisajes y animales, cabriolas de copas rotas, gatos de pose prodigiosa. En fin, la cámara le servía para dejar plasmado un mundo de extremas convivencias.
         Antes, o mientras tanto, había sido pintor con entusiasmo. De una víctima mía que leyó en un cuento me retrató llorando. Un cuadro que conservo como la afirmación de una amistad. Comprendió que no se puede ir por la vida con un estigma a cuestas, y así me lo dio a entender. Por eso cogió la cámara de hace fotos para elevarse sobre el estatismo y la quietud de las formas.
         Pero llegó un momento y dijo basta, hasta aquí las poses predispuestas y las sonrisas sin aire, hasta aquí los gatos y ventanas que tanto bien le dieron, hasta aquí el discurrir de las fuentes que no producen sonido. Y entonces cogió un lápiz y un cuaderno.
         Casi sin darse cuenta, como el que sale a buscar espárragos trigueros, comenzó su nueva andadura artística: escribir sobre todos los rollos que ha tirado. Y tras un largo periodo de pensamiento e inspiración, escudriñó en su propia biografía de fotógrafo. Y de ahí, sin sentimentalismo ni lluvia sucia, se recrea en una especie de arrepentimiento existencial, en una suerte de memoria sin futuro, en un tiempo bendecido por la felicidad de la nada.
         Escribir pequeños apuntes sobre su tiempo de fotógrafo lo ha conducido a otro tiempo en el que revela lo ya revelado en la cámara oscura. Una predisposición de artista sin horizonte ni prejuicio airado. Ni aireado, diría él mismo. Una combinación de teselas emocionantes fue saliendo con sencillez del lápiz al cuaderno íntimo. Pensamientos sinceros que conmueven aunque no te detengas en sus tripas. Porque, hasta en el más nimio apunte, hay un regusto de poesía rebelde. Una sinceridad sobre el tiempo pasado captando lo posible y lo deseado. Pues que todo el tiempo dedicado a fotografiar lo palpable y contundente, se revuelve en el Último rollo de Rafael Aguilar como un arrepentimiento sin resabios ni disculpas. Tan solo las verdades que su cámara diera a la realidad, pero superando las palabras a las imágenes que la memoria ya no pueden retener.  
Último rollo, una celebración de ironías y consignas que su autor quiere compartir con los amigos, sin pretensión ni alardes de escritor en ciernes, tan solo con la nada de recuerdos hermosos, y a veces tristes. Porque la tristeza también es un componente de las figuraciones fotogénicas.