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viernes, 10 de julio de 2020

¡Ño! Todos somos raros

Memorial del confinamiento


Rubén Latino Salces Valle


Ñ

-¡Ño, qué difícil! Una especie de jornada de reflexión previa al sábado santo.

-Ñu azul a la plancha y ñu heavy con flauta.

Al igual que pasa con las personas raras o las enfermedades raras, también hay letras raras, como la EÑE, pero no por ello habría que quererlas menos. Personas raras son normalmente las que se salen de los estereotipos y los cánones marcados por una sociedad idealizada y a veces un poco nazi.
Como por ejemplo, el colectivo LGTBI, que todavía en el siglo XXI ya avanzado, sigue teniendo problemas para decir con libertad su tendencia sexual. No tanto en el mundo del espectáculo, donde se incluye la música, con ejemplos como Elton John, George Michael, Prince, Ricky Martin, Chavela Vargas o Miley Cirus, con algunos casos en los que se crea ambigüedad sexual y en otros no dudan en decir que son gays, lesbianas, bisexuales pansexuales. Cantar por la libertad sexual es una cosa, como hicieron Mecano en aquel Mujer contra mujer o los Village People con el Macho man y otra cosa es vivirlo, como Freddy en I want to break free.

En el deporte de grupo por contra, donde se comparte vestuario, es un poco más difícil abrirse de esa manera, cuando se debería presuponer que hay confianza de equipo… Y también hay dificultades para expresar los sentimientos de forma libre en los pueblos pequeños, en la política y hasta en la charcutería.

Personas raras también son las demasiado gordas, las demasiado flacas, las demasiado altas, las demasiado bajas, las mujeres con pelos en zonas indecentes y los hombres con muchos dientes o cualquiera que tenga malformaciones y que hasta hace bien poco se ganaría la vida, de una forma no se sabe bien si honrosa o no, en el circo.

Personas raras son además, las que se pasan de listas, las que se hacen los tontos o las que son gilipollas sin más, y durante la pandemia, redes sociales mediante, están creciendo.

Y también se consideran raras  a esas personas que van por delante, o en paralelo, o en “otro mundo”, las del espectro autista, que tantas dificultades tienen para socializar.

Según FEDER (la Federación Española De Enfermedades Raras), por enfermedades raras o poco frecuentes se entiende que son “aquellas que tienen una baja prevalencia en la población. Para ser considerada como rara, cada enfermedad específica sólo puede afectar a un número limitado de personas. Concretamente, cuando afecta a menos de 5 de cada 10.000 habitantes. Sin embargo, las patologías poco frecuentes afectan a un gran número de personas, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “existen cerca de 7.000 enfermedades raras que afectan al 7% de la población mundial”. Pero además de estas, cualquier persona que no esté en plenas condiciones físicas y psíquicas se siente desplazado con frecuencia, como un chico en silla de ruedas que no puede acceder a la playa o a la zapatería; como una señora ciega que no puede leer porque en la biblioteca de su barrio no tienen acceso al Braile; como un sordomudo que no puede hacer su pedido en el cien montaditos.

Ñoñerías y cosas serias aparte, la eñe es el tema del día, o el apéndice, para darle más visibilidad. Y resulta difícil buscar una banda sonora que no sea la de Ñu, ese grupo coetáneo a los últimos días de Franco por el Pardo, en el que un guitarrista llamado Rosendo jugueteaba con las seis cuerdas, y un cantante y flautista, José Carlos Molina, emulaban canciones de Jetrho Tull e introducían el folk rock en España y posteriormente servían de inspiración a muchos músicos del metal y del folk con su canciones alegres y medievales.

Recetas con ñu no hemos preparado durante el confinamiento, aunque en algunos países seguro que lo preparan asado o a la plancha, aunque me temo que tiene que estar durilla es carne, porque los ñu corren mogollón, que se lo digan a Mufasa, el malvado tío de El Rey León. En realidad, ni con ñu azul ni con ñu blanco ni con ninguna eñe hemos encontrado qué cocinar, pero mis rizos de por encima de las orejas me hacen parecer en ocasiones un ñucito. Ahora con el confinamiento estos antílopes lo deben estar pasando regular, porque suelen moverse en manadas grandes, y para ellos la distancia de seguridad seguro que es complicada…

Con la exclusión de LL y CH como letras del abecedario ya que argumenta la RAE que “en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema,” me hacen un favor, porque es difícil encontrar una receta con la LL, a no ser que tomemos como válido las Mandarinas de Llull y grupos musicalmente con cierto reconocimiento, porque en la búsqueda solo encontré algunos como “Llamando a Londres”, “Llave de fuego” , “Llevarte a Marte” o “Llorando en el desierto”, que no se en realidad si son nombres de películas de sobremesa.

El caso de Ch da mucho más juego, tanto por las variedades de Chocolates que se pueden ingerir, como la versatilidad de los Champiñones como guarnición de cualquier comida o incluso como plato principal, con ajito y perejil. Encontrar buena música con este dígrafo también es bastante asequible, desde Cher o Chayanne para bailar, hasta los Chemical Brother, para bailar de otra forma, Chucho Valdés para escuchar o Chambao para intentar cambiar la mentalidad aunque sea Poquito a poco.


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