Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

domingo, 2 de mayo de 2010

Resistiendo



GUERRACIVILISMOS

Andrés García Ibáñez


Aunque la inmensa mayoría de los españoles se preocupan en salir adelante –en medio de la crisis- y tirar como pueden, contemplo el efecto que sobre ellos causa el griterío de estos días, orquestado por los voceros de las españas extremas, de izquierdas y de derechas, en relación con el proceso contra Garzón. Basta escuchar un poco, indagar después levemente, para caer en la cuenta del origen de cuanto acontece. Desde hace un par de décadas, hay un grupo de intelectuales que –quizás por encargo de las fuerzas políticas de derechas en los años que ocuparon el Gobierno- andan ocupados en la publicación y exposición de unas tesis legitimadoras del franquismo. Para ello emplean la reproducción mimética del imaginario argumental hagiográfico de los historiadores del régimen en sus primeros años. El cabeza de grupo es Pio Moa, ex-militante del PCE y uno de los fundadores de la banda terrorista GRAPO, de donde fue expulsado en 1977; experimentó entonces una metamorfosis asombrosa hacia la ideología más radical en la defensa del franquismo, publicando varios ensayos de escaso valor científico. Seguido de cerca por otros como César Vidal o el hispanista Stanley Payne, sus argumentos pretenden demostrar que el frente popular ganó las elecciones del 36 de forma fraudulenta y que, además, no era una fuerza democrática sino revolucionaria, cuyo fin último era crear una dictadura socialista-comunista en España. Arremete contra la república de ese momento, pues la considera tutora y autora intelectual de la violencia callejera de la izquierda radical –sostiene que la verdadera guerra civil comenzó con la insurrección de octubre del 34- y legitima el golpe de Estado como la respuesta lógica y necesaria de la derecha. Por otra parte, considera que el franquismo nos libró de la segunda guerra mundial e hizo de España un país próspero y reconciliado. Defiende además que la democracia actual viene del franquismo y no de la reivindicación de las izquierdas, a las que atribuye hoy un papel semejante al del frente popular del 36. Pese a ser descalificado por historiadores de prestigio como Preston o Tusell, sus libros se venden a porrillo y se pasea como comentarista agitador por varios foros televisivos o digitales.


El Cristo de la muerte, una de las obras del almeriense Andrés García Ibáñez de la serie Los putrefactos


La respuesta del actual gobierno a toda esta ola de legitimación franquista parece ser la polémica ley de la Memoria Histórica, que ha tenido en Garzón uno de sus gurús más activos. La querella interpuesta contra él por los grupos de ultraderecha parece el paso siguiente en el turno de respuestas. Lo que me intriga es el esfuerzo de la derecha española, al unísono, para impedir que se investiguen los crímenes del franquismo. De seguro que si se supiera toda la verdad temblarían los cimientos de muchos grupos, incluida la mismísima Iglesia católica. Ahí puede andar una de las claves.


Todos los artículos del artista Andrés García Ibáñez pueden verse en esta dirección:
http://www.elalmeria.es/article/opinion/ - En Hemeroteca buscar texto Resistiendo.
Para ver su obra pictórica:
http://www.museocasaibanez.org/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un artículo muy breve para un tema tan complejo. Decir que Garzón es víctima de un complot judeo-masónico por parte de la derecha es no saber quién es garzón ni su recorrido como juez, político fracasado, investigador del GAL amiguísimo del PP, vuelta al amor frustrado con el psoe y un largo etc.

Mientras haya gambas blancas y jamón de pata negra, tendremos que aguantar señores como este, dando bandazos ideológicos en busca del sol que más calienta y del langostino más grande.

yo no sé si la derecha se empeña en no investigar los crímenes del franquismo. pero qué tal si investigamos también los crímenes económicos, sociales, ideológicos y de toda índole que se cometen hoy por la izquierda y la derecha...siempre y cuando pertenezcan a la clase dominante y al poder.
Y a nosotros, los que padecemos los crímenes de cada régimen y de cada partido... ajo y agua.

Anónimo dijo...

Es tu opinión, señor Anónimo, y tu sentida crítica llena de malestar sobre el personaje Garzón, pero si sopesamos la historia con el presente, es decir el pasado ignominioso con el estado de derecho actual...?, lo justo sería poner las cosas en su sitio, ¿no te parece? El estado de derecho lo que exige es condenar los crímenes de guerra y de genocidio, no poner en la picota el modo de ser de los españoles sospechosos, aunque sean juristas. Pero eso sí: el que sea judío, que lo quemen (y válgame esta sentencia asaz impropia del estado de derecho, pues no es cuestión de quemar a nadie por ser de una determinada creencia, válgame, digo, en función del habla popular, no categórica).