Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

martes, 30 de noviembre de 2010

La primera carta del detenido Miguel Hernández Gilabert a su esposa Josefina Manresa está escrita desde Rosal de la Frontera el día 6 de mayo de 1939.

Vista de Rosal de la Frontera

Dice lo siguiente:


Querida Josefina: Estoy bien de salud. [De las palizas recibidas había orinado sangre]. Me acuerdo siempre de mi Manolillo y de ti, que sois siempre mi mayor esperanza. ¿Sigue engordando el niño? Anteayer cumplió los cuatro meses y me pasé todo el día pensando en él. Supongo que sus hermanillas y ahijadas mías [al morir los padres de Josefina durante la guerra, su tres hermanas menores vivían con ella en Cox], que no se me olvidan, estarán contigo dándote mucho quehacer y mucha preocupación. ¿Y Manolo, trababa? [Hermano menor de Josefina]. ¿De qué comes? ¿Quién te ayuda? Pide a nuestra familia de Orihuela sin reparo, que alguna vez les devolveremos aquello que nos den. Supongo que no habrá resultado incierto lo que nos dijo el médico sobre tu enfermedad en Orihuela. Ve a mi casa y di a mi padre y a mi hermano que estoy detenido, que un día de estos me llevan a Huelva desde este pueblo y que es preciso que me reclamen a Orihuela. Que hablen con don Luis Almarcha, Joaquín Andrés, Antonio Macando, Juan Bellod, Martínez Arenas, Baldomero Jiménez [todos ellos personas influyentes y adineradas y, en consecuencia, vencedores que fueron amigos o valedores de Miguel antes de la guerra. Solamente Bellod, que yo sepa, quien aun siendo falangista, dio la cara con honestidad por él con la firma de una declaración en su favor] y quien sea preciso para la consecución de mi traslado a nuestro pueblo. La detención ha obedecido a que pasaba a Portugal sin la documentación necesaria. No es nada de importancia, pero haz lo que te digo para estar junto a nuestro hijo y a ti lo más pronto posible. No te preocupes, nena. Como bien, me tratan bien y a lo mejor desde Huelva paso a Orihuela antes que nuestros amigos pudientes de ahí hayan hecho gestión alguna. Se trata de una imprudencia mía que naturalmente tenía que tener su riesgo y su resultado insatisfactorio. Pero la seguridad de mi honradez y la fe en la justicia de Franco [alusión obligatoria a la justicia del dictador con el ingenuo pensamiento de despistar a sus captores] me hacen estar sereno y alegre. Lo que siento principalmente es la difícil situación económica de nuestra familia que tardará algún tiempo más en resolverse. Abrazos para toda la familia, especialmente para mi madre y tus hermanos y los míos. Manolillo y tú recibid el corazón de vuestro
Miguel


La Correspondencia de Miguel con su esposa es cuantiosa, sencilla y conmovedora en casi todos sus momentos. No menos inteligente y emotiva la cantidad de cartas a sus amistades y otras personalidades. Quienes tengan la ocasión de leerla en sus Obras Completas percibirán que la humanidad de este hombre, a veces chocante, otras exigente con los amigos pero siempre verdadero, tendrán otra razón aún más fuerte para apreciar el valor inclasificable de su obra. Tal vez, a lo largo de los días, ofrezcamos algunas otras páginas de su obra más sentimental y autobiográfica. Amén de la menos conocida por el público.


 Monumento a Miguel Hernández en Rosal de la Frontera


NOTA PERIODÍSTICA:

En mayo de 1939, el poeta Miguel Hernández fue entregado por la Policía portuguesa, la ‘Guardinha’, a las autoridades del puesto fronterizo de Rosal de la Frontera, por donde el poeta de Orihuela había intentado sin éxito dejar atrás una España dictatorial contra la que había luchado durante la Guerra Civil. El genio alicantino de las letras pasó en Rosal los primeros días de una peregrinación carcelaria que marcó el principio del fin de sus días.

Rosal de la Frontera ha querido en las últimas décadas rendir homenaje a este insigne poeta con distintas iniciativas. La cárcel en la que el autor pasó sus primeros días es hoy Centro de Interpretación sobre el escritor, así como se celebran distintas actividades anuales en torno a su figura y su obra.

La última de ellas, con motivo del año ‘Hernandiano’, ha sido la colocación de una escultura realizada por Alberto Germán Franco a la entrada de la localidad, en la zona de la antigua Aduana, de homenaje al poeta alicantino. Su descubrimiento contó con la presencia de una nutrida delegación de la Fundación Miguel Hernández, con su nuera, Lucía Izquierdo, a la cabeza, así como con la presidenta del Parlamento Andaluz, Fuensanta Coves.

La Fundación Miguel Hernández quiso aprovechar la visita a Rosal de la Frontera para agasajar a su Ayuntamiento con diversos ejemplares de la obra del poeta, como una edición facsímil de los ‘Cuentos para Manolillo’ que el poeta escribió en la cárcel para su hijo.

1 comentario:

Carmela dijo...

Conmueve la carta a Josefina!
Su preocupación latente es la situación económica precaria.
Qué fortaleza demuestra al darle ánimos a su mujer en medio del calvario que estaba padeciendo.
Sus palabras rezuman un significativo humanismo y al leerlas ... uno lamenta más la irremediable pérdida.
Una vida trunca y una obra que pudo haber llegado a ser rica y vasta también trunca.
Magnífico post, Pruden!