Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

viernes, 14 de enero de 2011

Miguel Hernández y el flamenco



El flamenco no podía faltar a la cita del Centenario. Primero de todos, en sus mejores tiempos de cantaor, Enrique Morente dedicó un disco titulado sentidamente así: Homenaje a Miguel Hernández. Grabado en Hispavox en 1971, con las guitarras de Parrilla de Jerez y Perico el del Lunar, el disco contiene los siguientes cantes: Sentado sobre los muertos (Romance), El niño yuntero (Malagueñas), Nanas de la cebolla (Nanas), El carro de mi fortuna (Tientos), Con la raíz del querer (Soleares), Un veneno pa que yo muera (Granaínas) y Dios te va a mandar un castigo (Bulerías por soleá).




Ahora es otra personalidad de este género la que se une, casi despidiendo los actos conmemorativos, a la evocación sonora del poeta mediante el cante:  Carmen Linares. El título de su espectáculo es asimismo uno de tantos deseosos y deseados versos del oriolano: Oasis abierto.


Casida del sediento

Arena del desierto
soy: desierto de sed.
Oasis es tu boca
donde no he de beber.

Boca: oasis abierto
a todas las arenas del desierto.

Húmedo punto en medio
de un mundo abrasador,
el de tu cuerpo, el tuyo,
que nunca es de los dos.

Cuerpo: pozo cerrado
a quien la sed y el sol han calcinado.




La «Casida del sediento» es uno de los últimos poemas que Miguel Hernández escribió en la cárcel de Ocaña, 1941, y hasta 1955 no se publicó por primera vez, siendo Concha Zardoya quien lo dio a conocer. Actualmente, el poema aparece en las sucesivas ediciones de Obras completas incorporado a los últimos poemas de Cancionero y romancero de ausencias.

Oasis abierto de Carmen Linares se inauguró ayer en Alicante. Al cante se une la música compuesta por Luis Pastor, que también ha puesto melodía a algunos poemas de Hernández. Versos convertidos en seguirillas, fandangos, soleás y malagueñas que suenan en la voz de la cantaora y a través del piano de Pablo Suárez. Oasis abierto se completa con algunas versiones jazzísticas, realizadas por el percusionista Tino di Geraldo y por el cantaor Tomasito, que hace su aportación dándole a los poemas sonidos con ritmo de rap.

El espectáculo, además, incluye una serie de proyecciones audiviosuales, creadas en su mayor parte para la ocasión. Tras el estreno de este montaje, el próximo 10 de febrero se presentará en el Teatro Circo Price de Madrid. Posteriormente, Carmen Linares y su Oasis abierto estarán en el escenario del Teatro Español de Madrid en la segunda mitad de este año.

No obstante, este acontecimiento no será el último homenaje que los creadores de distinta índole han realizado en memoria de Miguel Hernández al cumplirse los 100 años de su nacimiento. Si nos es propicio, daremos noticia de algún acto teatral y musical de importancia que hay a la vista.


Serrat y los cineastas junto a Miguel Hernández 

5 comentarios:

Carmela dijo...

Qué maravilla este homenaje a la memoria de Miguel.
No deja de emocionarme.
Es obvio que su arte continúa vigente y él más vivo que nunca.
"Casida ..." escrito en el 41 en la cárcel y publicado recién en el 55.Cuánto tiempo!!!
Es valioso que en el 2011 se continúe la realización del actos por el centenario.
Hermosa entrada.
Abrazos.

Prudencio Salces dijo...

Sí, la Casida del sediento tardó su tiempo en ver la luz pero otros muchos de la misma época, como Eterna sombra, que podríamos considerar tu testamento poético, tuvieron que esperar a las buenas gestiones de otros hernandianos de pro, como Leopoldo de Luis, su primer antólogo. Figúrate que Cancionero y romancero de ausencias como libro conjunto no se publicó hasta 1958, y tuvo que ser en la editorial Lautaro de Buenos Aires, a quien le debemos la primera edición.
Gracias, Carmela. Saludos a los argentinos desde Andalucía, que es casi como Asturias.

Talbanés dijo...

Me encanta la foto que has puesto de cabecera en el blog. Si no me equivoco está tomada en la Vereda del Cambrón más arriba del pilar del mismo nombre ¿no?. Un saludo Pruden.

Prudencio Salces dijo...

No, amiguete, no es por ese camino. Está tomada desde la Fuentesita del Soto hacia la carretera. Las tierras del fondo son los cortijos de La Puerta, alta y baja.

Esta foto ya la colgué comparándola con la misma situación antes de haber árboles allí.

Otra vez será

Talbanés dijo...

Vaya es verdad... que fallo! jeje, sí, ya recuerdo cuando pusiste ambas fotos, en cualquier caso la foto queda genial de cabecera. Saludos.