Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

viernes, 13 de enero de 2012

En la muerte de Santiago

De Las marcas del chacal (fragmento)

Acabo de casarme con un hombre del que no sé si estoy locamente enamorada pero al que quiero porque sé que no me pegará. Mis hermanas se han casado todas bajo el imperativo de salir de la casa materna cuanto antes. Se han casado muy jóvenes, solo confiando en que no todos los hombres van a ser como nuestro padre, y usando el sentido común, el raciocinio, más que impelidas por los impulsos del corazón para escoger o entregarse a un hombre. A casi todas les ha salido bien el matrimonio, mucho mejor que a nuestra madre. Solo una de ellas ha tenido mala fortuna con su hombre, porque es vago y egocéntrico, pero ni punto de comparación con el tormento que mi padre supuso para toda mi familia. Cuando murió, cirrótico y congestionado y ciego, fue un alivio para todos. Mi madre se dirigió a su cadáver delante de sus diez hijos, «has sido mi condena, pero lo peor es que has marcado a mis hijas para siempre. Que te perdone el de arriba, si es que te lo mereces, porque yo no puedo, y que allí recibas las amarguras que a nosotras nos has dado». No hubo lágrimas en aquel entierro, si no celebrado sí agradecido, al que apenas asistieron cuatro de sus once hermanos; algunos ya habían muerto, pero otros es que no quisieron ni acompañarlo al cementerio. No hubo lágrimas en la muerte y entierro de mi padre por parte de su esposa ni de sus hijos porque nunca nos había motivado un sentimiento de ternura. Sí teníamos un resquemor extraño, parecido a la culpa, tal vez por no ser capaces de sentir la pérdida de un padre. Pero fue un alivio.

Las marcas del chacal es la primera novela escrita por el autor de este blog. 
Inédita. Sucesivamente se irán colgando algunos fragmentos de capítulos.
Narra la vida desterrada de una maestra de escuela en Talbania durante posguerra,
acosada sexualmente por el alcalde, observada inquisitorialmente por el cura y las beatas, y calumniada al fin por ejercer su libertad personal en la docencia y con el novio

No hay comentarios: