Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

miércoles, 7 de marzo de 2012

Laborare stanca, dijo Pavese

No tengo prejuicios para ir con mujeres de alquiler, lo que sí tengo son problemas para hacer el amor, me confesó aquella tarde mi amigo Cesare Pavese. El cielo de Turín era inconsútil, sin costuras ni arrugas que indicaran presagios adversos, sin relieve de nubes ni pájaros oscuros bajo el inmenso azul plomizo. Yo quise comprenderlo pero mis mejores palabras tampoco le servían. Me extrañó la confesión de un hombre tan apegado a su intimidad brumosa. Tan solo me permitió que pagara yo las copas de ginebra.

Tres días después de aquella tarde, el 27 de agosto de 1950, me llegaron escritas sus últimas palabras de amistad. Lo dejo todo, Pruden: el amor y sus problemas, el pensamiento y la lucha antifascista, Einaudi (la editorial donde trabajaba) y los libros que aún me queden por escribir. Mi vocación de soledad interior, también la dejo ya. Pues no es lo mismo mirar al mar desde la orilla, que sumergirse en él.

Y así se fue,



Vendrá la muerte y tendrá tus ojos...


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino.

Cesare Pavese. Versión de Carles José i Solsora


Constance Dowling, la mujer de la voz ronca

2 comentarios:

Carmela dijo...

"Pues no es lo mismo mirar al mar desde la orilla, que sumergirse en él."
No.No es lo mismo.

egandalf dijo...

En italiano (el original) es precioso (Pavesse sin la sonoridad de su lengua pierde muchísimo):

Dove sei tu, luce, è il mattino.
Tu eri la vita e la cose.
In te desti respiravamo
sotto il cielo che ancora è in noi.

Esta traducción de "Verra la morte..." es interesante; pero prefiero la de Goytisolo.