Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

miércoles, 21 de noviembre de 2012

De cuando la poesía era un asunto (5)

Acto primero I. Versión II

Antes de penetrar el aire tuyo
con mi voz arrogante, raza impura,
antes de ennegrecer ni con blancura
tu esplendor de mujer en puro orgullo,

antes que un dedo mío, con su arrullo,
tiente sobre tus ojos ser altura,
o en tus labios latir de calentura,
mi ser ante tu ser será murmullo.

Un zureo que el ansia sueña en senos,
un silencio mi lengua cuidadora
de bocados ternísimos y amenos.

Y abajo volará mi mente loca
queriendo si besar, aduladora,
los labios tremolantes de tu boca.


No está el país para rositas, ya sabemos, ni uno mismo puede estar en ese ánimo cultivador, pero es verdad que pese a las maneras indecentes del gobierno y los bancos y la troica canalla, por encima del muro de la muerte uno recuerda y siente que parejo al pensamiento revolucionario latía el erotismo de la vida. Y así debe de ser en toda confrontación

2 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Hermoso soneto, Prudencio, y reflexión agudísima, que hay muchas formas de amar, sean los tiempos que sean.
Un abrazo.

Prudencio Salces dijo...

Agradecido, Manuel. Ya ves que este soneto tiene su tiempo y tuvo su motivo, pero uno piensa que la reivindicación de la belleza y el placer y el erotismo, amén de los desastres de la humanidad que nos exigen un pensamiento lúcido y recio, puede ser una forma más de rebeldía. Pues que la juventud (y también los mayores y los ancianos) bien que se merece la refocilación con lo sensitivamente palpable. Vale