Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

lunes, 26 de agosto de 2013

Pincel



Todo es verde y azul, mediterráneo,
violeta en las mañanas tiritando,
ocres reverberando en los barbechos
y rojos horizontes al ocaso

Gris perla el olivar ingente,
naranja en las mejillas de un abrazo,
carmín la sensación de calles
que llevan hasta el campo el blanco

La luz combate al frío
con la congregación de los colores
tierra adentro, del mar Mediterráneo

Para cuando Anita Aneiros visite Talbania 

6 comentarios:

Ana Aneiros dijo...

Si todo eso lo llevas en los ojos, qué envidia me das. Un beso fuerte, enorme y naranja.
Ana.

Ana Aneiros dijo...

Si todo eso lo llevas en los ojos, qué envidia me das. Un beso fuerte, enorme y naranja.
Ana.

Anónimo dijo...

Colores, no todo ex negro Pruden. Bella Talbania. Me alegra reencontrarte por aquí. Un abrazo

Luis Quiñones dijo...

Si hasta allí te llegan los colores del Mediterráneo, me alegro hasta el infinito. Espero que no solo sirvan para colorear Talbania, sino también para hacerla más vivible la vida. Abrazos.

Prudencio Salces dijo...

Eso de hacer la vida más vivible, querido Luis, es otro cantar, porque no siempre en la belleza paisajística está la energía vital. Existe, o se logra, la compenetración con la Naturaleza, cosa de santos y otros místicos, pero además abundan los mosquitos, el calor indecible y la charpa de murmuradores con derecho al escarnio por ley de la costumbre. Pienso que solo es bien vivible la cosa cuando a los encantos naturales se le sume la sensibilidad de las personas a percibir y adoptar esa belleza dada como compartición y respeto

Anónimo dijo...

por favor no dejes de escribir que lo necesitamos los que te queremos