En
verdad que siente uno esa especie de vergüenza ajena cuando al hablar de España
cierta persona de la farándula más que del pensamiento crítico pide que el
ejército salga a las calles de Madrid para quitar la basura.
Con
el mayor desparpajo ante quienes le ríen las gracias, esta señora, que se llama
Nati Mistral, se designa a sí misma como “fascistona”. No fascista, sino
fascistona, como si de tal guisa folclóricamente españoleada pudiera quitarle
hierro al peligro que el fascismo fue y supone para la humanidad, en el caso de
que pudiera volver a imponerse.
No
niego que por venir del mundo de la canción o del teatro una persona no tenga
atribuciones para emitir su pensamiento sobre la España real. A lo que no doy
crédito es a la necedad histórica, como para mi entendimiento este tal
vejestorio viene haciendo gala en determinadas tertulias de algunas televisiones
españolas privadas, esas más escoradas a la sinrazón y al insulto y la falta de ética
democrática que practican la confusión más que la información y el debate sin
revancha.
En
una de esas ocasiones que le ofrecen a Nati Mistral ante las “inocentes”
cámaras, la cantante vino a decir nada más y nada menos que aquello que ha
recogido la historia como “La Transición” fue «muy flojita». Vino a decir que
por parte de las gentes del poder fueron muy condescendientes con las
exigencias del pueblo que reivindicaba la democracia perdida tras la guerra.
Otra
de las perlas que me viene al recuerdo de esta señora descatalogada de las
listas de ventas es su consideración sobre las libertades que gozamos los
españoles. Al parecer para ella nada debió haber cambiado cuando al morir
Franco se inició una etapa de renovación hacia la democracia, pues que como
estaba España entonces, afirma la cantante, era como debiera estar ahora.
Y
ante este tipo de declaraciones, así, vivamente dichas y sin complejo de culpa
ni desmérito de su verdad, uno
recuerda que el mismo Primo Levi* nos advirtió que el exterminio de
los poderosos sobre los indeseables puede volver a repetirse. Ni era un traidor
el que nos avisaba ni esa señora arrogante y resentida está sola en el mundo.
*Primo
Levi, víctima sobreviviente del exterminio nazi en Auschwitz, de su libro Si
esto es un hombre.
3 comentarios:
Cuando uno lee tus post y no puede aportar nada en un comentario porque esta de acuerdo con tus palabras, qué ha de hacer? Gracias Pruden por escribir con claridad
Gracias Anónimo, solo con unas palabras así se reconforta uno bastante. Intentaremos seguir hablando de la irracionalidad que convive con nosotros, a los que nos duele el infortunio del pasado y la injusticia del presente
Lo único que se le puede hacer es pedir que siga haciéndolo.
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