SONETO
Por un polvo a las doce de la noche
do confirmas ¡oh Dios! tu amor pacato,
por la casa cuida y presto el planto,
por tener ropa limpia y limpio el coche,
renunciaste de Troya en un derroche
de flaqueza y de miedo: vil contrato
que no cumple su efecto. Paga el pato
si oxidado el amor ya tiene el broche.
Si oxidado el amor te está pudriendo
las ternezas calladas del abismo
y el perfume aventura de las rosas,
folla en punto a las doce sucumbiendo
y amamántate a gusto en egoísmo
mientras llueve en los olmos y otras cosas.
Del libro Patrimonio. 1988
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