TRAS LA MUERTE DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Se llamaba Miguel, nació en el barro.
España le dio el toro y ademán de camino.
Llegó con tanta herida como caben
en los manantiales de un destino.
Se llamaba Miguel, murió en la cárcel.
La vida le dio el rayo y el rayo del destino
le hirió el águila en vuelo
sobre un manantial de negro vino.
Fue odiado, por amor, y más odiado
con las enfermedades de los hombres,
y se marchó con viento asesinado.
Queda un temblar de hojas y costumbres
por anchas avenidas,
queda un temblor de voces por las cumbres.
Nota: Martes 29 de mayo de 2007: El Congreso de Diputados aprueba por unanimidad que 2010 sea declarado "Año Miguel Hernández" en España.
www.miguelhernandezvirtual.com/
4 comentarios:
Hola Pruden, quiero dejar aquí este poema del poeta y cantaor de flamenco Juan Torres:
Desde los profundos valles
a las altas montañas,
tu nombre "Miguel Hernández"
brotará con nueva savia.
Y se elevará hacia el viento
desnudo, como tu alma,
desnudo, como tu cuerpo,
como tu voz, tus palabras...
Y derribará los muros
y romperá las cadenas,
despertará del silencio
y gritará con más fuerza.
No habrá cañones, ni espadas,
ni cárceles, ni torturas...
y para callar tu voz
bastarán mil dictaduras.
Juan Torres
Gracias por recordarme que hoy es el aniversario de un poeta al que dejaron morir. Nació carne para un yugo, había nacido para el luto, barro, telúrico, eterno.
Leeremos un poema de él para que no se olvide que Miguel Hernández forma parte de la historia más oscura.
Mira, por allí, por Talbania, si por la senda regresan los hortelanos, que ya es la sagrada hora del regreso. Mira bien, también, por si hay una morena de altas torres, con el pelo negro, de quien Miguel fue satélite de él, y dile, si la ves que no nos olvidamos de quien mejor supo escribir sobre las tragedias humanas, sobre el placer del cuerpo amado y sobre la irremisible muerte de las flores que no cumplen ni un solo año.
Querida Ana Estepa, memoria de un presente, gracias por el regalo de esa canción que desconocía. Tampoco sé quién es Juan Torres, pero basta con que tú lo menciones para tenerlo entre los hernandianos de corazón.
Dos puntualizaciones a Luis Quiñones. El "aniversario" de la muerte de Miguel Hernández no fue hoy, es decir ayer, sino el día 28 de marzo. La otra observación se relaciona con la telepatía. Ocurre que para evocar a nuestro poeta he seleccionado el soneto número 26 de "El rayo que no cesa", que no es otro que el que comienza «Por una senda van los hortelanos».
Antes de eso, sin embargo, daré a conocer otra medianamente hilarante historia de Talbania de la que forma parte, sin comerlo ni beberlo, el poeta de Orihuela.
Ya veremos.
Personalmente no soy un gran lector de poesía, me cuesta, pero de lo poco que he leído ha sido de Miguel Hernández, a quien me introdujo alguien que creo que también conoces: Maria del Rosal (también poetisa).
Para mí y dentro de mi incultura poética, creo que es el mejor representante de la poesía social, a la par que desgarrador (el niño yuntero, o nanas de la cebolla...), muy bien cantado por Paco Ibañez y Joan Manuel Serrat.
Otra vez las balas miserables no privaron de un genio.
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