Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

miércoles, 27 de enero de 2010

MIRANDO EL SOL

Manuel Flamil Cañete



Nace en Montalbán, provincia de Córdoba, el 20 de abril de 1925. Su padre fue secretario municipal. Desde su tierna infancia demostró tener dotes para los estudio, pero como consecuencia de la Guerra Civil tuvo que ponerse a trabajar en sus primeros años de pubertad. Este impulso por los estudios no lo dejó por los inconvenientes surgidos, es más, por un esfuerzo de voluntad los retoma de una forma autónoma. Cuando estaba en las eras como ayudante, encontrando lugar en los descansos y por la noche con luz de candiles para leer y estudiar los libros que llegaban a sus manos.

Esta formación autodidacta le impulsó por tendencia vocacional al estudio del universo, llegando a adquirir un conocimiento práctico-científico en el conocimiento del mismo. En algún comentario ha dicho: Por las noches de verano acostado en la era, mira y mira a las estrellas extasiado, con los libros que llegaban a mis manos supe de algún que otro secreto de esta inmensidad infinita.

Tuvo que ver mucho su vocación astronómica en el impacto que le produjo la famosa manifestación de la aurora boreal del 25 de enero 1938, que la define con estas palabras: Yo tenía 12 años y aquello fue algo fantástico. Nunca en Córdoba se vio algo semejante. Recuerdo cómo las mujeres en su incultura decían: “Estos serán los reflectores de Gibraltar”, mientras otros pensaban que aquello era algo “diabólico". Desde luego así lo parecía, ya que medio círculo del cielo estaba cubierto con aquellos brillantes colores…

Manuel Flamil se puede distinguir de ser el cordobés, -por no decir el andaluz- que más ha mirado al sol, pues su especialidad en astronomía consiste en observar las manchar solares. Este hecho le ha llevado al reconocimiento por entidades nacionales e internacionales, ya que ha tenido el privilegio de vivir en una tierra donde el número de horas de visualización solar, sin obstáculos nubosos, son de las más elevadas de Europa. Diariamente y en décadas, hace un informe astronómico de las manchas solares, enviándolo a un instituto solar internacional de los más prestigiosos del mundo cuya sede está Ginebra. Persona necesaria para la información astronómica, ya que su trabajo está valorado al ser la visualización muy valiosa, dado que ésta es la única fiable en tiempos invernales, cuando hay días en el hemisferio norte de la tierra donde apenas hay lugares de observación por las interferencias atmosféricas.

Ha colaborado en numerosas revistas especializadas de astronomía nacionales e internacionales, aportando datos observados que han llamado la atención de los estudiosos. Igualmente durante muchos años, ha colaborado en el Diario Córdoba con sus artículos sobre astronomía, aportando siempre ilustraciones con mapas celestes hechos a escala de una forma exhaustiva, realizados éstos a plumilla con una gran presión milimétrica. Ha dado charlas sobre temas astronómicos en varios centros educativos e ilustrados, como la Facultad de Veterinaria. Es miembro de varias Asociaciones Astronómicas como la de Sabadell, una de las más prestigiosas de España.

Manolo Flamil como le llaman los amigos, es una persona sencilla, generosa y afable, de trato exquisito, colaborador incansable en todo aquello que pueda aportar conocimientos, tanto científicos como humanos por bien de la sociedad. Gran amante del Cante Jondo, pues sabe distinguir todos los palos. Él mismo se arranca a cantarlos, aunque su baja voz no le permite hacerlo en público, pero sí en reuniones de amigos.

Fue empleado técnico en el departamento de Estudios de Delineación de Transformadores en la prestigiosa empresa CENEMESA, llegando a tener el reconocimiento de sus compañeros y jefes al ser un trabajador ejemplar, ya que su trabajo era realizado con el gran rigor y minuciosidad. Colaboró con sus escritos literarios en la revista del Grupo de Empresa Cenemesa, que se imprimía en los años sesenta con motivo de la Feria de Mayo.


Información extraída de CORDOBAPEDIA
http://wikanda.cordobapedia.es/wiki/Manuel_Flamil

2 comentarios:

Talbanés dijo...

Que espectacular debió ser esa aurora boreal que vio Manuel Flamil a sus doce años, no me extraña que se quedara impactado y que aquel extraño fenómeno despertara en él la curiosidad por las estrellas y los astros para el resto de su vida. Saludos Pruden.

Toñi Flamil dijo...

Pruden, agradezco tu post.
Puedo añadir que en Junio de 2005 la Agrupación Astronómica de Córdoba le rindió un homenaje, donde le fue entregada una placa en reconocimiento a toda una vida dedicada a "la bella Astronomía", como él la llama.

Es, además, el mejor padre que puede existir.

Saludos.

PD. El autor de este artículo de Cordobapedia es su compañero Ildefonso López Gª-Sotoca.