A tus facciones de manzana y cera:
Carmen, fruto a los pájaros prohibido,
congelado en el alba y escogido
por una mano de oro en primavera.
Hueles a corazón de trigo y era,
suenas a nido, suenas a sonido,
sabes… no sé a qué sabes, y he sabido
que nunca he de saber lo que quisiera.
Miras como los ojos del relente:
fríamente febril y distraída,
entre flores y frutos la mirada.
Hablas como el silencio y una fuente:
calladamente, y andas por la vida
temerosa de flechas y de nada.
3 comentarios:
Joder, para una vez que entra alguien a los comentarios es para vender viagra. Creo que este mormón de calle ha confundido el erotismo y la sensualidad de Miguel Hernández con el comercio de la pornografía de segunda mano.
No gracias. Ni se compra ni se vende. Abur
Ya no hago más concursos. Se ve que no tengo el acierto y la magia de Carlos Soberas. Por poner un ejemplo de lo más cargante.
Prudencio no te preocupes, me ha hecho gracia lo de la Viagra. A lo mejor procedía poner las clásicas claves para evitar que los robot puedan entrar tranquilamente a dejar el anuncio.
Salud.
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