Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

domingo, 27 de junio de 2010

¿Sabes lo que ocurre, Miguel? Ocurre que todavía hay en nuestro país muchos que sin haberte leído dice con aire desganado pero doctoral o de maestro retirado de aquel tiempo en que no se hablaba de ti en las escuelas: «A mí este es que no…» «Que no ¿qué?», se le demanda. «Vamos que Miguel Hernández no es el que más me gusta». Bonita manera de ser clarividente de un hombre leído ¿Habrá leído ese hombre, siquiera someramente, tu Cancionero y romancero de ausencias?, ¿o desconocerá por completo la existencia de este libro? De este libro tuyo hablábamos un amigo y yo cuando el otro se agregó en buena lid; de este libro y sobre el tiempo en que lo escribiste, y mi amigo comentaba y describía con verdadera pasión este poema, Cantar, uno de los últimos de tus cárceles y tu obra.


Primer cartel elaborado por Alfonso David para el año hernandiano en Montalbán.



CANTAR

Es la casa un palomar
y la cama un jazminero.
Las puertas de par en par
y en el fondo el mundo entero.

El hijo, tu corazón
madre que se ha engrandecido.
Dentro de la habitación
todo lo que ha florecido.
El hijo te hace un jardín,
y tú has hecho al hijo, esposa,
la habitación del jazmín,
el palomar de la rosa.

Alrededor de tu piel
ato y desato la mía.
Un mediodía de miel
rezumas: un mediodía

¿Quién en esta casa entró
y la apartó del desierto?
Para que me acuerde yo,
alguien que soy yo y ha muerto.

Viene la luz más redonda
a los almendros más blancos.
La vida, la luz se ahonda
entre muertos y barrancos.

Venturoso es el futuro,
como aquellos horizontes
de pórfido y mármol puro
donde respiran los montes.

Arde la casa encendida
de besos y sombra amante.
No puede pasar la vida
más honda y emocionante.

Desbordadamente sorda
la leche alumbra tus huesos.
Y la casa se desborda
con ella, el hijo y los besos.

Tú, tu vientre caudaloso,
el hijo y el palomar.
Esposa, sobre tu esposo
suenan los pasos del mar.

Cuando el otro señor leyó adormilado por el calor de junio tu poema fue cuando dijo lo dicho: a mí este es que no… Y lo dijo, claro está, sin haberlo leído como se lee un poema. ¡Lástima! Lo leyó, sin duda lo pienso así, con la coraza del tiempo en que tu nombre fue la imagen de una huella a buscar y perseguir por unos españoles mientras que para los otros seguías siendo un proscrito. Y más proscrito y más dudoso e indeseable mientras más nosotros, tus hijos, hablásemos de ti. Todavía no se ha limpiado las legañas una parte de españoles para mirarte con valentía y sin zozobra a la hora de leerte. ¿Verdad que vamos dados, Miguel?





En esta calle signada con el nombre del poeta oriolano
tendrá lugar el espectáculo musical y poético a él dedicado
el próximo viernes 2 de julio a las 9:30 de la noche.
Representantes de todas las entidades locales, asociaciones, peñas, oenegés,
darán lectura a una selección de su obra.



3 comentarios:

La Cocinera Políglota dijo...

Hermoso y justo post, Pruden. Precioso este poema del grandioso Miguel Hernández.
A él le he dedicado unas sentidas palabras en mi blog.

Saludos.

PD. Si puedes, le das mi enhorabuena a Alfonso David por su cartel.

Pruden dijo...

Gracias Cocinerita. En efecto que he visto tu sentida entrada dedicada a Miguel. Estupenda. Y claro, Alfonso David es sobrino indirecto mío y se daré tu enhorabuena.
Salud

Talbanés dijo...

Hola Pruden, me encantaría ir a ese acto del día 2, seguro que será estupendo... pero tengo servicio de noche y va a ser complicado por no decir imposible. Ya me contarás que tal fue todo, un saludo amigo.