Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

jueves, 14 de abril de 2011

Medio pan y un libro





Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931





Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: amor, amor, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera! Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.




Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: Cultura. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

7 comentarios:

Carmela dijo...

Medio pan y un libro.Porque " no sólo de pan vive el hombre"Elocuentes palabras de Federico.
Dostoiewsky, prisionero en Siberia, pedía libros para que su alma no muriese.
Marcos Ana escribía en la cárcel sus poemas y los escondía en lugares insólitos.Luis Alberto Quesada , el poeta que estuvo dieciocho años en la cárcel de Burgos , también.
No hay mayor alimento y abrigo que una buena lectura.
Por asociación de ideas recuerdo una época en la que en grados superiores se nos había "prohibido" pedir libros a los educandos.
Repartíamos fotocopias y en las aulas se analizaban igual los textos de Neruda, Miguel Hernández , Cortázar pero...¡qué significativo!!
Cómo se puede tomar la determinación de prohibir o quemar libros?
Lúcida frase de Menéndez Pidal:"La fe no alcanza si falta la luz"
La luz que genera la palabra es imprescindible.Elemental e irrenunciable.
Excelente post!
Un abrazo.

Carmela dijo...

Recuerdo a una amiga de la familia.Vino de Uruguay a dar clases como profesora de música.Alquilaba un departamento minúsculo.Tenía colchón pero no tenía cama.
Con el primer sueldo en lugar de comprar la cama que necesitaba compró un piano.
Dijo : -No puedo vivir sin tocar el piano.
Hoy es concertista del Colón.
Qué sería de nosotros sin el arte!
Abrazo.

Prudencio Salces dijo...

Carmela, tu última pregunta: ¿Qué sería de nosotros sin el arte? Sencillamente, pienso que seguiríamos siendo bestias. La antropología considera que nuestros ascendientes de las selvas se humanizaron no cuando descubrieron el fuego, sino cuando comenzaron a enterrar a sus muertos. Altamira y todo el Rupestre debió suceder mucho después, con el desarrollo de la sensibilidad y el pensamiento, ¿no te parece?

Pero sí, Federico, en el albor de al Segunda República, nos habló del modo más consecuente que pudiera hacerlo una persona que vive cultivando las ideas para los demás. Y las ideas, las básicas y las perecederas, hay que fijarlas en libros para que trasciendan al hombre que las pensó. Por eso el libro seguirá siendo uno de los elementos fundacionales, siempre, de la Cultura que sustenta el entendimiento entre los hombres. (...Entre los hombres y la mujeres, menos...)

maravillas dijo...

¡Qué bueno, Prudencio, haberte conocido en este laberíntico viaje por la red de redes! Fue a través de Asamblea de Palabras, a quien también le agradezco toda su generosidad laboriosa y su tiempo en asamblearnos. Este fragmento me ha llegado muy hondo, profundamente, por mi historia familiar, seccionada por la dictadura. Mi tio abuelo, Antonio Ramos, fundó las primeras bibliotecas del occidente asturiano; enseñaba a leer, a declamar... Fue fusilado con sólo 32 años, y como García Lorca, y con la misma saña calumniadora, consiguieron asesinarlo, después de tres juicios militares sumarísimos, fue en el último cuando se le cortó el habla ¿Su detención? Ser socialista y alcalde¿Su delito? Enseñar a leer y cultivar la reflexión y el pensamiento plural. Y desde entonces, Prudencio, seguimos, seguimos... Hay tanto trabajo, como esperanza.

Un fuerte abrazo. Y gracias por tus afectuosas palabras en mi blog.

Prudencio Salces dijo...

Pero ya no hay remedio para nuestras víctimas: sólo nuestra conciencia de ciudadanos libres merece ser repuesta de oprobio aquél.
Gracias, Maravillas. Un fuerte abrazo en la memoria de tu tío abuelo Antonio Ramos y tantos maestros y tantos alcaldes y tantos hombres y mujeres como fueron sacrificados. El odio tampoco nos redime de los errores que comete la maldad.

mateosantamarta dijo...

Conocía este lúcido y un poco profético discurso de F.G. Lorca, pero me ha gustado volver a leerlo y su referencia a Dostoyewski como padre de la Revolución: de la que no pudo ser, desgraciadamente.
Un saludo.

Carmela dijo...

El comentario de Maravillas me lleva a pensar que todavía hay una parte de las sociedades que no tiene acceso a libros (atormentada por la necesidad urgente del sobrevivir cotidiano y porque los sistemas no enfocan la prioridad de cultivar la reflexión y el pensamiento).Por éso es tan valioso el mensaje de Federico que debería ser difundido.
Como dice Mateo : un discurso lúcido y profético.
El odio no nos redime de los errres pero .. en cierta manera , la memoria, sí.
Abrazo.