Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

viernes, 13 de mayo de 2011

HACIENDO PUEBLO




El amor y la poesía y la política no son un juego. En ellos se siente intensamente aunque se pierda. El amor y la poesía no son un juego, que son los constituyentes de los sentimientos que unen al hombre con las únicas verdades absolutas: la vida y la muerte. El amor y la poesía son expresiones de madurez, a la cual se llega mediante la práctica sensible de la pasión que se tiene por la posesión de la belleza y su exaltación. El que ama es el poeta de su causa; la mujer que ama es la poeta de su causa y por eso se entrega hasta la consecución de una nueva vida que ofrece con dolor. No es un juego el amor. Ni la poesía. Ni la política.

La política es la práctica de la voluntad y el compromiso para organizar la vida en común. No es un juego, aunque algunos se la tomen así. Es una ciencia antigua identificada con el sentido de civilización que honra al hombre. No es un juego la política porque se trata de un servicio de la cultura y la inteligencia en beneficio de los semejantes, de la ciudad, de la naturaleza, del progreso. Pero muchos practican la política confundiendo desarrollo con barajas de naipes, con el azar de la ruleta rusa, y apuestan solo por el poder. Entonces las personas sencillas que construyen el mundo se confunden. Desconfían. Se niegan a creer y a participar. Cierran su pensamiento a la política como el ciego que se niega a caminar.

En su despedida pública de concejal del Ayuntamiento de Montalbán, Juan Antonio Ortega Valle recalcó a los asistentes que no nos confundamos: no es lo mismo una persona que se presenta para trabajar por su pueblo que el político de oficio porque, por la anormalidad competencial de esa clase llamada política, sus miras están más en asegurar el poder de su partido que en cuestiones de base. Consecuencia por la que la democracia participativa deja de serlo y la dejación colectiva se nos presenta como otro problema social añadido.

Aunque extensas, no por ello menos didácticas las ideas que expuso Juan Antonio, copiamos literalmente solo el final de su discurso.



Durante los cuatro últimos años, el Equipo de Gobierno de IU ha trabajado para dejar bien sentados los cimientos de un ambicioso proyecto de futuro para este pueblo. Ese proyecto está redactado en el programa electoral con el que nos presentamos a las pasadas elecciones y ha sido, durante todo este tiempo, nuestra estrella.

(...)

Desde el primer día, pusimos todo nuestro esfuerzo en algo que para nosotros era la piedra angular de nuestro programa electoral, pues aparte de los proyectos o acciones concretas que se puedan llevar a cabo para dar solución a un problema, la filosofía de cómo se concibe el debate político y la participación de la ciudadanía es lo más importante que hay que abordar en el gobierno municipal, pues se vincula transversalmente a todo lo que este hace.

En este sentido nuestro objetivo no se ha cumplido, y durante estos cuatro años hemos tenido la oportunidad de ver la cara más fea de la política, aquella en la que ésta se muestra como un camino para la consecución del poder olvidando su inherente subordinación a los problemas de los ciudadanos, y es más, usando en muchos casos a éstos como arma arrojadiza. Desde el primer día este Equipo de Gobierno pensó que lo que el discurso político necesitaba en nuestro pueblo era, parafraseando una expresión muy de nuestro candidato, que se echase el balón al suelo, que se calmasen y apaciguasen los ánimos; pues pensamos que ésta es la única manera de favorecer activamente a la normalización y la buena convivencia tanto de la política, como de nuestros conciudadanos.

Pero no ha sido así. En estos cuatros años hemos podido ver despropósitos como acusar a nuestro alcalde de otorgar en exclusiva los fondos FEIL a empresas de compañeros de partido. ¡Los fondos FEIL! Que si por algo se han caracterizado, no ya en nuestro pueblo sino en el conjunto del país, pero especialmente en nuestro pueblo, es por la transparencia y rigurosidad en los criterios de adjudicación de las empresas constructoras seleccionadas para llevar a cabo los distintos proyectos. ¡Eso no es apostar por la normalización del debate político, y la mejora de la convivencia en nuestro pueblo!

Hemos visto cómo se usaba de forma partidista un asunto tan espinoso como el desalojo de un edificio con problemas estructurales, un edificio que a día de hoy y gracias en buena parte al trabajo de este equipo de gobierno, con su alcalde al frente, está restaurado y estos vecinos han podido volver a vivir en él, pero un edificio sobre el que los expertos en la materia no aseguraban su integridad estructural, y sobre el cual se vertió información sesgada y malintencionada, nada menos que de la mano de dos señores diputados autonómicos invitados para la ocasión por los representantes políticos de los grupos en la oposición. Se puede discrepar de todo, pero no se puede jugar con asuntos tan delicados como este. ¡Eso no es apostar por la normalización del debate político, y la mejora de la convivencia en nuestro pueblo!

Hemos visto como un ex-alcalde se colaba, literalmente, en varias inauguraciones entre el comité de honor, a sabiendas de que no le correspondía esa posición, y obligando a los responsables de protocolo a reorganizar los actos sobre la marcha. ¡Eso no es apostar por la normalización del debate político y la mejora de la convivencia en nuestro pueblo!

Hemos visto como una señora delegada de la Junta de Andalucía se prestaba a hacerle una encerrona a este equipo de gobierno para, en presencia de representantes de asociaciones de nuestro pueblo y del resto de representantes políticos, dejarle en mal lugar acusándole de no estar a la altura de las circunstancias en relación al proyecto de adaptación del centro de día de enfermos de Alzheimer. Todo ello, por supuesto, sin ningún tipo de medio de comunicación presente, a pesar de que la propia Delegación aseguró a este Ayto que ellos se ocuparían de la presencia de los medios de comunicación. Y bien que lo hicieron. Desde luego constituye un hecho histórico el que una delegada de la Junta de Andalucía se haya movido de su sillón sin un periodista tras de ella. ¡Eso no es apostar por la normalización del debate político, y la mejora de la convivencia en nuestro pueblo!


Todo esto lo digo desde la tranquilidad de quienes hemos sufrido en primera persona esta actitud durante 4 años. Lo digo desde la tranquilidad de quienes hemos aguantado y nos hemos guardado las ganas de responder a estas provocaciones, lo cual es algo completamente humano, pero que no hubiese contribuido sino a ensuciar la labor política a desempeñar; y lo digo desde la tranquilidad de quienes hemos pesando siempre que los ciudadanos somos suficientemente inteligentes para reparar en esto, que valoramos como justamente se merece las actitudes que envenenan la convivencia de nuestra comunidad, y que somos conscientes de que está en nuestra mano el decidir si queremos que la política local se continúe degradando hacia un juego inadmisible en el que todo vale, o apostamos por la política hecha de los ciudadanos para los ciudadanos, sin extravagancias, sin estrategias más propias del hampa que de vecinos, amigos o familiares que somos quienes pasamos por el ayuntamiento, y sin intereses que se antepongan al simple hecho de resolver los problemas que tiene nuestro Montalbán y sus montalbeños.

¡No! No sólo vale con poner en marcha proyectos o con gestionarlos bien, no sólo vale con decir ahora que no se ha tenido roce alguno con ningún vecino durante todos estos años. El talante, el comportamiento y la buena praxis en la política, se demuestran andando, se demuestran día a día.

Hace unos días, comentando sobre estas ideas con una compañera, conveníamos que no es positivo que después de haber visto este tipo de cosas durante cuatro años, después de haber puesto la otra mejilla durante cuatro años, aguantando que se nos llamase de todo y sin entrar al trapo, como se dice vulgarmente, manteniéndonos firmes en nuestra determinación de no convertir el debate político en una guerra abierta que no lleva a nada… después de todo esto como digo, no es sano que quien se ha dedicado a este tipo de cosas se ponga ahora la piel de cordero, y nos haga olvidar cuál ha sido su posición y sus actuaciones en ese sentido en la última legislatura. Es por eso que agradezco la oportunidad que Miguel Ruz y su equipo me ofrecen de estar aquí hoy, y poder, además de apoyarlos en su magnífico proyecto para estas elecciones, ofrecer algunas claves aclaratorias a varios asuntos importantes de la ya prácticamente finalizada legislatura.

En esta conversación que les comento, surgió una idea que me parece que sintetiza perfectamente el enfoque que IU le está dando a sus propuestas en Montalbán, y que constituye el nexo entre la candidatura que presentábamos hace cuatro años y la que hoy tenemos aquí. En ese momento, me acordé de una canción que compuso un buen amigo del pueblo vecino, de La Rambla, y que lleva en su repertorio un conocido grupo rambleño. La canción se compuso enteramente alrededor de una frase muy ingeniosa y bastante socarrona, que dice “En este país hay demasiada corbatica y poco tío arremangao”. Y esta que podría pensarse como una frase chistosa únicamente, tiene una lectura mucho más profunda, que traída al mundo de la política, bien se puede interpretar entendiendo que lo que necesita la política en general, y en particular la política municipal es más ciudadanos comprometidos, y menos políticos profesionales.

Más ciudadanos comprometidos y menos políticos profesionales, dispuestos a mejorar en su trabajo y, por supuesto, mantenerlo, sea como sea. Más ciudadanos comprometidos y menos políticos que le den sentido a algo tan absurdo y que hemos acuñado entre todos como es el concepto de “clase política”. ¿Qué es la clase política? ¿Es que de verdad las personas que están trabajando a día de hoy en la política se consideran una clase? Y si es así, ¿qué los caracteriza, acaso la ostentación de poder? ¿Es que acaso no entendemos la democracia como lo que es, como un sistema en el que la propia comunidad gestiona y resuelve sus problemas?

Señoras y señores: lo que necesita Montalbán es ciudadanos comprometidos y no políticos profesionales. Ciudadanos comprometidos como lo hemos sido todos los que integramos la candidatura de IU en las pasadas elecciones, ciudadanos comprometidos como son todos los miembros de la candidatura de IU a las próximas elecciones, ciudadanos comprometidos como lo es Miguel; pero ciudadanos comprometidos como lo deben ser todos ustedes, porque no somos más que parte del mismo grupo que nos sentimos en el deber de ayudar y aportar a la gestión de la comunidad.

No soy un gran ideólogo. Es más, reconozco no estar al día sobre las grandes corrientes del pensamiento político, e incluso desconocer mucho de los grandes pensadores de la historia, pero estos cuatro años me han dado una visión de la política municipal que me gustaría compartir. Así, querría que quedase clara la idea del compromiso, pues gobernar no sólo implica gestionar de la forma más eficiente los recursos públicos, porque de lo contrario, lo mejor sería dejarlo en manos de un gestor profesional y que se dedique a resolver los problemas y a ahorrar dinero, que es su trabajo. La política, y sobre todo la política municipal, es algo más que esto. La política debe ser actitud frente a los problemas, debe ser compromiso, debe ser un ejemplo de participación, convirtiéndonos a todos en elementos activos de las decisiones que a todos nos afectan, debe ser transparencia. Esta es la visión de la política que hemos defendido. Esta es la visión de la política que defiende la candidatura de IU a las próximas elecciones. Esta es la visión de la política que, por encima de que se asfalten dos calles más o menos, que se arregle o no la piscina, que se construya a no un teatro, ayudará a mejorarla y hacerla más humana y más cercana a su origen que somos todos.


Nada más, me despido dando la enhorabuena a Miguel por la magnífica candidatura que ha logrado reunir, y que constituye sin duda alguna la mejor opción para que nuestro pueblo siga apostando por la transparencia, la participación y la buena convivencia en el ámbito político. Y estoy totalmente convencido de que, con vuestro apoyo, conseguirán que esto sea así.

Juan Antonio Ortega Valle
Portavoz del grupo municiapl de IU en el Ayuntamiento

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