Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

martes, 21 de junio de 2011

Primera entrega de un cuento corto



El enfermo se acerca a mí porque se va a morir, pero es la tercera vez que sueño lo mismo. Mi abuela, mi madre, las vecinas, se sentaban a la puerta de la casa las noches de verano y hablaban sin parar de todo, entonces fue cuando oí decir que los sueños que se repiten tres veces, se cumplen. No sé. Sé que había mucho de superstición en aquellas consejas, en aquellas charlas a media voz, a veces en susurros cuando alguna de ellas contaba algo prohibido o inexplicable: sobre la muerte de alguien, por ejemplo, que sí se sabía cómo había ocurrido pero seguía siendo un riesgo hacerlo público. El sentido misterioso de aquellas voces de viejas no pretendía atemorizarnos a los chiquillos; lo contaban con el eco de lo recóndito porque así es como hablaban lo mismo de las cosas reales que de los sueños. Sé que, en ocasiones, para justificar lo que su imaginación les dictaba contar con delicada reserva, hasta mentían. La que aseguraba que el sueño repetido se cumple concluía con un caso sobre sí misma, ya sin ahogar la voz, pero lo que había soñado y sucedido no tenía mérito alguno, era una cosa frívola que más bien tendía a la comicidad y el regocijo general. Por eso no sé si el enfermo se morirá.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A este cuento le pongo un intenso aroma a dama de noche,con un toque a quema de rastrojos.
Espero la segunda entrega.

Talbanés dijo...

ea, pues ya somos dos... porque mientras lo leía también me acordaba yo y venían a mi mente esos aromas nocturnos y veraniegos de damas y jazmines, así como los cantos de los grillos..., a ver esta segunda entrega que nos trae.. saludos Pruden.

Prudencio Salces dijo...

Os agradezco a los dos el acuerdo de incorporar detalles evocadores en la narración, pero veréis que no quisiera hacer un cuento costumbrista. La presencia del corro de mujeres con sus conversaciones mágicas para el oído dle niño no es más que un acarreo para fijar el tema central del cuentito: ¿Se morirá el enfermo porque el soñador lo sueñe?
Saludos

Anónimo dijo...

Yo voto porque no se muera, será la ruptura de la tradición. No nos dejes en ascuas Pruden!

Prudencio Salces dijo...

Hombre, o mujer, acabo de colgar la segunda entrega y a continuación he visto tu comentario. Me ha sorprendido interiormente, en el intelecto y eso, ya comprendes, cuando dices "será la ruptura de la traición" y que deseas que no muera. ¡qué coincidencia! Parece como si hubieras estado espiándome mientras lo redactaba, pues he tenido que planteármelo de distintas maneras. Espero que al fin no te disguste.
Muchas gracias

Carmela dijo...

El cuento tiene un cariz psicológico.
No creo que se muera.Seguirá estando porque sospecho que ocupa un rol protagónico.
Paso a leer la segunda parte.