Mirarnos dulcemente en el pasado
y alegrarnos de ser en la distancia.
Saber que llueve a gritos
por los andurriales del amor,
pero sabe que somos
caricias todavía que se buscan.
Y darnos de vivir, que ya es bastante,
sin duelos ni sospechas.
Poema (1994) de El Mesto de las Rosas
5 comentarios:
Vaya joya de poema del tesoro que es El Mesto. Pruden, adelante con esos impulsos literarios, no los abandones ni a tus lectores. Salud
Grandísimo poemario "El Mesto de las Rosas". Vuelvo a él periódicamente, y no se me va de la cabeza ese "ser-como-el-mesto", ese hombre solo y sólo.
Un abrazo.
Amigo Pruden, los que te seguimos por aquí no podemos estar contentos con esa decisión. Ya se te echa de menos. Un saludo.
Pruden por favor, VUELVE
Vuelve Prudencio, Vuelve..., vuelve a tu blog. No esperes a Navidad.
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