Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

martes, 5 de noviembre de 2013

María Victoria, in memorian


Me ha resultado sorprendente y grato ver que la última entrada que María Victoria Prieto Grandal puso en su blog, La casa habitable, (http://lacasahabitable.blogspot.com.es/) se refería a Montalbán, en concreto a una charla tenida por facebook con Pedro Jiménez Sillero.

Sabiendo lo ligada que hasta el final de sus días estuvo esta profesora con sus alumnos y otros amigos de Montalbán, me limito a honrar su memoria poniendo el enlace de su blog y trascribir el texto para todo aquel que desee leer lo que cuentan una y otro. Pienso que es de provecho, además de verdadero y emotivo, ya que uno mismo, sin haber sido alumno de ella en el instituto de La Rambla, sí recibí clases particulares (¡y gratuitas!) en su propia casa un verano. Además de ese beneficio, María Victoria me ofreció la posibilidad de realizar una de mis primeras lecturas de poesía en público. Como los tiempos eran “aquellos” y la directora ya estaba “fichada” por las personas de ley y orden del pueblo donde ejercía, mi lectura sé que le contravino algunas molestias personales con la Guardia Civil, e incluso con algunos profesores compañeros, por considerar que el acto estuvo revestido de ideología política.

Pienso que nunca le di las gracias lo suficiente, por eso ofrezco aquí sus propias palabras.


CONVERSACIÓN EN EL FACEBOOK






Mi amigo y ex-alumno Pedro Jiménez Sillero, de Montalbán (Córdoba), al que le di clase en el Instituto de La Rambla hace ya treinta y tantos años, mantuvo una “conversación” conmigo a través de mensajes privados en el facebook y me ha dado permiso para transcribirla en este cuaderno de bitácora; aunque el rumbo de navegación de nuestras vidas ha discurrido por distintos mares, nuestra amistad perdura. 

    Lo que me cuenta sucedió una tarde a principios del curso 1975-76. Acababa de ser nombrada Directora del Instituto y los del equipo directivo decidimos dar a conocer el Centro no solo en La Rambla, sino en los pueblos cercanos de los que recibíamos alumnos -Montalbán, S. Sebastián de los Ballesteros y Santaella-. Me dice Pedro que, a propósito de la relación que se han inventado algunos miembros del PP entre la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y ETA, se acordó de una anécdota de aquel día, que me concierne. Me escribe Pedro: 


    “En Montalbán, hace décadas, había un cine-teatro. Fuiste allí con otros profesores del Instituto de La Rambla, para hablar sobre la necesidad de que las familias enviaran a sus hijos al Instituto. Hablaste de la necesidad de la formación, del derecho a la educación, de la igualdad entre niños y niñas...Y entre el público estaba un funcionario del Sindicato Vertical franquista, sentado a mi lado, que pocos años después resultó condenado por robar las aportaciones al Régimen Especial Agrario que le pagaban los jornaleros... y fue a la cárcel. ¿Sabes lo que dijo sobre ti, al final de aquel acto que promocionaba la formación de la juventud montalbeña?: -¿Cómo puede hablar azí una muher? Eza tía zeguro qu'es de la ETA.” Le contesté a Pedro que recuerdo nítidamente todo lo que sucedió aquella tarde en Montalbán y especialmente otra anécdota que le conté en el siguiente mensaje: 


     Nos presentamos en Montalbán los profesores y recorrimos el vestíbulo del teatro en medio de un pasillo de madres y padres. Como yo había oído que tenía fama de rara o moderna, me arreglé a propósito, estilo señora vestida de domingo, con un traje color naranja de chaqueta y falda, de una tela de punto de seda y tacones gordos, como se llevaban entonces. Antes de mí entró una profesora de Literatura, Mª Sierra Peña, que iba informal, al estilo hippy, con vaqueros; cuando yo pasaba oí que unas madres decían, refiriéndose a ella: -Mírala, esa é la dirertora ¿no ves cómo va? Lo que no(s) han dicho, é una desastrá. (No sé si fue exactamente esa palabra u otra más despectiva). 


     Y Pedro termina la conversación on line con un mensaje que supone un regalo impagable para quienes nos hemos dedicado a este trabajo: “Que sepas que, a raíz de aquella actitud de los profesores del Instituto, tanto yo como mis tres hermanas terminamos estudios universitarios; y otros muchos chavales y chavalas de Montalbán.”




María Victoria en la Biblioteca de James Joyce. Dublín

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