Talbania es el nombre de un lugar
imaginario en la campiña cordobesa. Al finalizar la guerra, una maestra de
escuela es destinada allí en situación de destierro. Intenta vivir recluida en
sí misma pero el amor la aborda por dos frentes distintos: el secretario del
ayuntamiento y un rico labrador con pasado republicano, como ella. Al mismo
tiempo es acosada y requerida sexualmente por el poderoso alcalde. La vida se
le hace opresiva y es acusaba de contravenir el orden social y su misión de
docente por relacionarse públicamente con el hombre que ama.
La
historia discurre entre las pasiones pueblerinas y la añoranza melancólica de
la ciudad de Córdoba, de donde proceden tres de los personajes principales. La
evocación de las Escuelas al Aire Libre del Arroyo de San Lorenzo, la
recreación del legendario Café La Perla de la calle Gondomar, el retrato del
desaparecido hotel Regina, el Guadalquivir a su llegada al Molino de Martos y
algunas calles señaladas de Córdoba se exponen con sus colores sepia y son
vínculos enlazados al devenir de las vicisitudes ocurridas en Talbania el año 1942.
Por
otro lado, personajes reales y destacados de la época, como Eloy Vaquero,
pedagogo y alcalde de la ciudad, el escultor Enrique Moreno llamado El Fenómeno, el librero Rogelio Luque y
José Cruz Conde, perfilan la vida intelectual frente a un atento José Ortega y
Gasset para dar basamento al espíritu de Micaela Miranda, la maestra de
escuela, a Rosa Carmen Alcolea, la esposa del alcalde de Talbania, y a Belarmino Bécquer, víctimas del oscurantismo y la
opresión.
Paralela
a la historia de la maestra de escuela y del secretario, se cuenta la del
guarda rural Santiago, hombre sin escrúpulos que asimismo maltrata a su esposa,
efigie de la desposeída mujer campesina de entonces, como así mismo se
convierte en el instigador de las infamias que truncan las ilusiones y la
esperanzas de unas vidas hechas, o inventadas, para el amor.
Como complemento del
fresco rural, unas personas reales y ficticias otras, o alteradas por el autor
en estampas ocurrentes, los personajes viven jactanciosos, por un lado, y angustiados
por otro, pero aferrándose a la vida cada uno con los sentidos puestos en la
salvaguarda de sus propios valores. Entre todos confortan el relieve del drama
desarrollado al abrigo del paisaje campiñés y de otro paisaje imaginario y
desértico, divididos ambos por un pequeño río, inexistente en nuestra geografía
si no que símbolo de las aspiraciones y desgracias humanas en el relato.
2 comentarios:
Muy sugerente la novela. Entiendo que es tuya. ¿La tienes publicada ya? Avisa por aqui que la quiero leer. Maite
Naturalmente la novela es mía pero inédita. Solo está aprobada para su publicación pero aún sin fecha fija. Gracias por el interés
Publicar un comentario