EN MEMORIA DE CÉSAR VALLEJO
Si algo tan improbable fuese
posible
(que se halle una gallina
inteligente)
mi calzado sería un bien
sensible
y haría caso omiso de la gente.
Pese a todo, afirma Marx,
máximamente
la condición propicia es
perceptible,
sólo falta un lector que sea
legible,
y un calzado más cálido y
valiente.
El primer manuscrito es el que
reza,
concluyo con sombría ironía.
Se me subió la leche a la
cabeza,
se me ha subido el alma hasta el
altar.
¿Qué viene ahora, qué ocurre al
otro día?
Terrible, como puedes esperar.
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