Premonitorio Miguel Hernández, tantos años después de haberlo muerto, la ley y la injusticia de España sigue en su contra, le niega la revisión de su condena, lo mantiene preso. Pero el pueblo español lo vivifica a diario.
Guiando un tribunal de tiburones,
como con dos guadañas eclipsadas,
con dos cejas tiznadas y cortadas
de tiznar y cortar los corazones,
en el mío has entrado, y en él pones
una red de raíces irritadas,
que avariciosamente acaparadas
tiene en su territorio sus pasiones.
Sal de mi corazón, del que me has hecho
un girasol sumiso y amarillo
al dictamen solar que tu ojo envía:
un terrón para siempre insatisfecho,
un pez embotellado y un martillo
harto de golpear en la herrería.
como con dos guadañas eclipsadas,
con dos cejas tiznadas y cortadas
de tiznar y cortar los corazones,
en el mío has entrado, y en él pones
una red de raíces irritadas,
que avariciosamente acaparadas
tiene en su territorio sus pasiones.
Sal de mi corazón, del que me has hecho
un girasol sumiso y amarillo
al dictamen solar que tu ojo envía:
un terrón para siempre insatisfecho,
un pez embotellado y un martillo
harto de golpear en la herrería.
Poema 3 de El rayo que no cesa
1 comentario:
Negar la revisión de su condena es una evidente demostración de injusticia.
Estremece reconocer la ausencia de justicia .
Es como vislumbrar que el mismo regimen que lo condenó continúa vigente.
A estas alturas , después de tanto escarnio , de tantos silencios y tanta impunidad siento una profunda desconfianza por lo aparentemente " legal".
Y por una parte de la sociedad que adopta el rol de la indiferencia o del "gatopardismo"(simular que algo superficial cambia para que en lo profundo todo siga igual).
Desencanto y tristeza.
Gracias por tu permanente compromiso con la causa de Miguel.
Un abrazo.
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