Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

jueves, 25 de agosto de 2011

Vacacionales últimas. VII


A mi compañera de trabajo Nieves Rodríguez Polo,
prototipo de mujer cordobesa,
cuyo marido puede corroborar mi apreciación


El último jueves. 8:15

A medida que la mañana se va ensanchando se evapora la niebla, se suspenden las nubes y las manchas del azul me invocan a recorrer una playa o a subir a Peña Cabarga, desde donde dicen que Rodrigo de Triana divisó tierra de las Indias. No sé. Ya solo quedan un par de días y un sinfín de espacios y lugares tirándome de las orejas del corazón, de las aletas de los ojos, de los brazos de mi deseo. Por cierto, en alguno de los dos cuadernos que suelo llevar en el bolsillo cuando salgo, en alguna hoja de papel ya escrita o en el rincón de un catálogo cualquiera, sé que un día anoté lo que ahora se me viene a repetir: Hay aquí más casas bonitas que mujeres guapas. Tal vez se lo he confesado a alguien en un correo o sms. Pues esto produce, probablemente, la única deficiencia sensorial para mis gustos. Esta misma observación visual me hice los primeros años que visité Cantabria, aunque entonces no había llegado yo a este nivel de viejo verde y me seducían otras cosas tanto o más que la belleza femenina. Refiriendo la cierta decepción a mi compadre de Madrid (profesor de algo) arguyó él, con determinados conocimientos ―o prejuicio― de genealogía histórica, que ese “defecto” se debe a que en tiempos de al-Aldaluz estas montañas no fueron inseminadas por los belicosos árabes. No se produjo el intercambio sanguíneo entre generaciones de jóvenes que diera a los pueblos dispersos de estos valles la sensualidad atractiva común de las mestizas. Por eso, me da por pensar ahorita mismo, hasta el mejor eslogan no alcanza la infinitud de la Verdad. ¡Oh Cantabria infinita!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por temor a que me apedreen guardaré el secreto de quien soy, sobre todo porque mi teoría filogenetica de la belleza no la tengo muy elaborada. Mis viajes escasos por el mundo árabe me han demostrado la hermosura parcial de las mujeres de allí; parcial porque van muy tapadas y ni se les ve a veces, salvo sus miradas sugerentes de las mil y una noches. Putas religiones que no nos dejan terminar de disfrutar con lo bello. Pienso que la escasa romanizacion, la tosca elaboración del románico en sus piedras y la poca influencia arábiga torpedean algo la alegría de ver a una mujer muy mujer, o sea como tambien le gustan al imbécil de Ansar.

pruden dijo...

No creo que nadie tenga el "abolunto" de tirarte piedras por tu opinión, siendo además sensata e instruida por la propia experiencia.

No sé quién es ese Ansar, pero si lo catalogas de imbécil no debe ser amigo tuyo, pues no te veo yo a ti con letra de tener amigos de tal redil, pero bueno, se dice que en el libro de los gustos no hay nada escrito y, al parecer, ese señor se habrá dejado caer en brazos de una mujer hermosa. Como tonto...

Gracias por tu anónima presencia, y sigue cuidándote de los apedreamientos, pero no tengas porqué secretearte las ideas.

Anónimo dijo...

Estimado Pruden al igual que tu yo tb desconozco al imbecil de Ansar tal como lo llama el anónimo apedreado en potencia de tu interlocutor, al cual dicho sea de paso no termino de entenderle en qué consiste su aportacion o comentario o mejor dicho lo que no entiendo es quién va a molestarse en apedrearle por tan escaso comentario que tan solo obedece a una subjetiva teoría o sea ni tan siquiera es conocimiento sino tan solo "posibilidad".

P.D. Los Ansar son los que ayudaron a mahoma cuando dejó la Meca volviéndose devotos seguidores suyos...........claro que tb cabe la posibilidad de que sea un ave parecida a un ganso.....y también que realmente a lo que se refiera tu interlocutor anónimo sea simplemente a Aznar.