Evgueni Stuchenko: A la izquierda muchachos, a la izquierda, pero nunca más a la izquierda de vuest

viernes, 9 de noviembre de 2007

Un abuelo




El hombre aquel que digo era descomunal si pobre, recio como una encina de esta tierra, recio, bebedor de barato, feo cual sus hermanos negrecidos
parecido a ese Sócrates de piedra, igual de erosionado por la ley tremenda de la vida
que venía en su infancia sin abrigo, achuchando, su nombre en la leyenda ocultaré, enunciaré, tan sólo, sospechas del motivo de su muerte
pues nadie más que tú, mi bien, debe saberlo ahora, y olvidarlo al instante por si acaso

si acaso, esa melancolía gris de los olivos que ennoblece las sombras del secreto, podrás sentir augusta ante las piedras que te interrogarán todo el camino
o bien dirás tan solo, como una interjección enunciativa que lave el desconsuelo de los sauces, ayer de atardecida se suicidó un abuelo de Talbania
colgado de un olivo
pues sólo quien aprende las cuitas de la muerte, sus revueltas, puede morirse a solas de verdad
y de esa hermana forma se murió aquel hombre, gentil, fidelidad, sobrellevar
metáfora imposible de un bracero que anduvo presumiendo en las tabernas, sin matices, de conocer los rostros, los quicios y las llagas de corrido
y fue tan generoso en sus adentros, tan íntimo y veraz, que provocó en su cuerpo la catarsis similar a la alloza:
dejar de ser sustancia
transformarse en dureza estéril
luego en vacía nuez
y al fin polvo de olvido
para que la dulzura de la almendra tenga su bienvenida y proyección si ya madura
debes de comprenderlo y comprenderme, porque el amor, a veces, suele tornar la muerte por la vida

6 comentarios:

Ana Estepa dijo...

"para que la dulzura de la almendra tenga su bienvenida y proyección si ya madura

debes de comprenderlo y comprenderme, porque el amor, a veces, suele tornar la muerte por la vida"


Uff...qué hondura.
Qué decir...Lo arriba citado habla por sí solo.

Un saludo.

miguelangel dijo...

Estoy contigo Ana, que profundidad!

En griego, 'melancolía' significa 'bilis negra', ya que se consideraba a ese fluido la causa de esta dolencia. Pero no solo consideraban la melancolía como una enfermedad, también la asociaron a la excelencia, ya que como sabemos muchas personalidades destacadas en el arte, la política, etc, son propensas a ser melancólicas. Quizá un exceso de aquello que dijo Sócrates : 'Nosce te ipsum' (conócete a ti mismo).

Un saludo a todos

Anónimo dijo...

Gracias por vuestro reconocimiento a los dos. Las expresiones escuetas suelen ser la más sinceras. Y os pido disculpas si no participo en la misma medida en vuestros blogs, que leo con deleite el de Ana y con interés formacional el de i75mara.

Hoy me tiene sublevado que la mayoría de los españoles aplaudan una bravuconería infantil en el ágora de la diplomacia internacional. ¡Que no se calle nadie, por favor! Menos mal que hasta los maleducados tenemos Internet.

Silvestre

Ana Estepa dijo...

"Gracias por vuestro reconocimiento a los dos. Las expresiones escuetas suelen ser la más sinceras."

Disculpa Silvestre, pero no estoy para nada de acuerdo contigo, mas que nada porque no creo que tenga nada que ver una cosa con otra: uno puede dar una respuesta escueta o amplia y ser mas falso que la madre que lo parió, y viceversa...

Yo personalmente siempre fui sincera, tanto cuando hablo mucho como cuando hablo poco. Y aunque prefiero un comentario detallado (mas que nada porque la lengua la tengo acelerada y los dedos me andan por el teclado que no te lo imaginas), claro está, que cuando el destinatario de dicho comentario me dice claramente que no le parece apropiado, no lo haré. Ahora bien, si me dicen que mi comentario no es sincero porque es amplio, no estoy dispuesta a aceptarlo.

Y Silvestre, estás invitado a pasarte por mi blog cuando quieras...que no muerdo hombre.

Luis Quiñones Cervantes dijo...

El salto del recuerdo a la poesía, a buscar dentro de las cosas: se trata de eso. Ando sin palabras, pero qué más da.

Un abrazo muy fuerte Pruden, hermoso poema, uno de los más hermosos que te he leído. Un saludo.

Anónimo dijo...

Pruden, me haces disfrutar con tus textos. Vales mucho.
Salud y paz