Memorial del confinamiento
Rubén Latino Salces Valle
Ñ
-¡Ño,
qué difícil! Una especie de jornada de reflexión previa al sábado santo.
-Ñu
azul a la plancha y ñu heavy con flauta.
Al igual que pasa con las personas raras o las enfermedades raras, también hay letras raras, como la EÑE, pero no por ello
habría que quererlas menos. Personas raras
son normalmente las que se salen de los estereotipos y los cánones marcados por
una sociedad idealizada y a veces un poco nazi.
Como por ejemplo, el colectivo LGTBI, que todavía en
el siglo XXI ya avanzado, sigue teniendo problemas para decir con libertad su
tendencia sexual. No tanto en el mundo del espectáculo, donde se incluye la
música, con ejemplos como Elton John, George Michael, Prince, Ricky Martin,
Chavela Vargas o Miley Cirus, con algunos casos en los que se crea ambigüedad
sexual y en otros no dudan en decir que son gays, lesbianas, bisexuales
pansexuales. Cantar por la libertad sexual es una cosa, como hicieron Mecano en
aquel Mujer contra mujer o los
Village People con el Macho man y otra
cosa es vivirlo, como Freddy en I want to
break free.
En el deporte de grupo por contra, donde se comparte
vestuario, es un poco más difícil abrirse de esa manera, cuando se debería
presuponer que hay confianza de equipo… Y también hay dificultades para
expresar los sentimientos de forma libre en los pueblos pequeños, en la
política y hasta en la charcutería.
Personas raras
también son las demasiado gordas, las demasiado flacas, las demasiado altas,
las demasiado bajas, las mujeres con pelos en zonas indecentes y los hombres
con muchos dientes o cualquiera que tenga malformaciones y que hasta hace bien
poco se ganaría la vida, de una forma no se sabe bien si honrosa o no, en el
circo.
Personas raras
son además, las que se pasan de listas, las que se hacen los tontos o las que
son gilipollas sin más, y durante la pandemia, redes sociales mediante, están
creciendo.
Y también se consideran raras a esas personas que
van por delante, o en paralelo, o en “otro mundo”, las del espectro autista,
que tantas dificultades tienen para socializar.
Según FEDER (la Federación Española De Enfermedades
Raras), por enfermedades raras o poco
frecuentes se entiende que son “aquellas que tienen una baja prevalencia en la
población. Para ser considerada como rara, cada enfermedad específica sólo
puede afectar a un número limitado de personas. Concretamente, cuando afecta a
menos de 5 de cada 10.000 habitantes. Sin embargo, las patologías poco
frecuentes afectan a un gran número de personas, ya que según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), “existen cerca de 7.000 enfermedades raras que
afectan al 7% de la población mundial”. Pero además de estas, cualquier persona
que no esté en plenas condiciones físicas y psíquicas se
siente desplazado con frecuencia, como un chico en silla de ruedas que no puede
acceder a la playa o a la zapatería; como una señora ciega que no puede leer
porque en la biblioteca de su barrio no tienen acceso al Braile; como un sordomudo
que no puede hacer su pedido en el cien montaditos.
Ñoñerías y cosas serias aparte, la eñe es el tema
del día, o el apéndice, para darle más visibilidad. Y resulta difícil buscar
una banda sonora que no sea la de Ñu, ese grupo coetáneo a los últimos días de
Franco por el Pardo, en el que un guitarrista llamado Rosendo jugueteaba con
las seis cuerdas, y un cantante y flautista, José Carlos Molina, emulaban
canciones de Jetrho Tull e introducían el folk rock en España y posteriormente
servían de inspiración a muchos músicos del metal y del folk con su canciones
alegres y medievales.
Recetas con ñu no hemos preparado durante el
confinamiento, aunque en algunos países seguro que lo preparan asado o a la
plancha, aunque me temo que tiene que estar durilla es carne, porque los ñu
corren mogollón, que se lo digan a Mufasa, el malvado tío de El Rey León. En
realidad, ni con ñu azul ni con ñu blanco ni con ninguna eñe hemos encontrado
qué cocinar, pero mis rizos de por encima de las orejas me hacen parecer en ocasiones
un ñucito. Ahora con el confinamiento estos antílopes lo deben estar pasando
regular, porque suelen moverse en manadas grandes, y para ellos la distancia de
seguridad seguro que es complicada…
Con la exclusión de LL y CH como letras del
abecedario ya que argumenta la RAE que “en realidad, no son letras, sino
dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo
fonema,” me hacen un favor, porque es difícil encontrar una receta con la LL, a
no ser que tomemos como válido las Mandarinas
de Llull y grupos musicalmente con cierto reconocimiento, porque en la
búsqueda solo encontré algunos como “Llamando a Londres”, “Llave de fuego” ,
“Llevarte a Marte” o “Llorando en el desierto”, que no se en realidad si son
nombres de películas de sobremesa.
El caso de Ch da mucho más juego, tanto por las
variedades de Chocolates que se
pueden ingerir, como la versatilidad de los Champiñones
como guarnición de cualquier comida o incluso como plato principal, con ajito y
perejil. Encontrar buena música con este dígrafo también es bastante asequible,
desde Cher o Chayanne para bailar, hasta los Chemical Brother, para bailar de
otra forma, Chucho Valdés para escuchar o Chambao para intentar cambiar la
mentalidad aunque sea Poquito a poco.